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Les cuesta analizar. El insulto es el atajo que con frecuencia esgrimen para liquidar el debate.
En las redes sociales utilizan los peores improperios para aplastarte. No aceptan ningún análisis o crítica sobre el desempeño de su equipo.
Y en la calle, ni se diga. Yo no me imagino discutiendo con hincha de Nacional en una calle de la Capital de la Montaña. Sin embargo, Medellín es una ciudad de gente admirable.
Yo veo que hasta el Barcelona y el Real Madrid aceptan la opinión de sus rivales y de todo el mundo. Cada cierto tiempo el equipo del padre de Milan y del esposo de la barranquillera Shakira, Gerard Piqué, envía un formulario a mi correo electrónico para consultar la opinión de las personas alrededor del mundo.
A veces me parece un tanto fastidioso, pero me detengo a analizar esa actitud de ese club de fútbol y la juzgo interesante.
Eso lo hacen los clubes de fútbol de verdad, no los ripios. Pero ve a decirle a un hincha de Atlético Nacional un comentario sobre el desempeño de su equipo durante el partido del pasado domingo.
Yo te aconsejaría que no seas tan osado y que mejor dejes las cosas así.
¿Por qué no aceptan crítica? No lo sé. El Pibe Valderrama ha criticado de frente al Atlético Junior. Es más, ha regañado a Teófilo Gutiérrez por sus actitudes reprochables.
Lo cierto es que a mi modo de ver las cosas, Junior no está cumpliendo con las expectativas de la afición. Junior ni es cualquier cosa, es uno de los equipos representativos del balompié de la Costa Caribe y de Colombia en general.
El cuadro rojiblanco a veces se parece a los malos políticos barranquilleros. A Junior hay que invertirle de todo. No hay que regatear esfuerzo, porque el equipo y su afición se lo merecen.
El equipo no puede ni debe ser la cajita menor de nadie.
Y a Teo Gutiérrez tengo que decirle que deje de imitar a Neymar Junior. No despilfarres tu talento, muchacho, porque lo que está más alto, más duro se golpea al caer.
Que agradable es poder contribuir a que el equipo del corazón de uno sea cada vez mejor.
Pero los periodistas, los árbitros de fútbol y los hinchas de Atlético Nacional no deberían pensar jamás que el equipo es imbatible.
Por fortuna hay equipos superiores. La gran prueba de fuego para Nacional fue el mundial de clubes. Ni siquiera tuvo la oportunidad de pisar la grama del estadio junto con el Real Madrid.
Los jugadores del equipo antioqueño no tuvieron la oportunidad de mojarse con el sudor de Cristiano Ronaldo.
Tal vez la humillación que le hubiera propinado el cuadro blanco de Madrid habría quedado para la historia triste del fútbol colombiano. ¡Qué vergüenza tan grande!
¿Qué hubieran hecho los hinchas?, ¿hubieran incendiado el mundo?
No, nosotros los que no somos hinchas de Nacional no nos hacemos matar por nuestro equipo. Afortunadamente, nosotros tenemos otras fuentes de goces: el estudio, los libros, la lectura, el mar, la poesía, «los atardeceres y el sabor del café», que dijo Jorge Luis Borges.
Mi opinión es a que estudien. Después de todo, el estudio es lo que queda. Ser hincha produce un goce pasajero y efímero.
Ser hincha por sí solo no es la gran cosa. Tu familia te espera en casa. ¡Piénsalo!
