En el sur de Cali y para apoyar empresas de base tecnológica, funciona el Distrito de Innovación e Inteligencia Artificial del Valle del Cauca, conocido como NIDO, creado por la Gobernación del Valle del Cauca en articulación con la Cámara de Comercio de Cali y Alcaldía de Cali, para incubar, acelerar y escalar ideas como la de la constructora Diana Monsalve y el doctor en Ciencia de Materiales, José Darío Perea, dedicados a desarrollar paneles solares semiflexibles y livianos.
“Esto es un estímulo con el que queremos formar de una manera especializada a todos los emprendedores de base tecnológica y apoyarlos integralmente para que puedan incubar, pero para que también crezcan. Aquí les ofrecemos mentorías y una plataforma para que los emprendedores puedan lograr generar recursos y capacidades para poder crecer y así generar más empleo, porque si queremos generar desarrollo económico y social, tenemos que generar empleo”, agregó Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle del Cauca, al referirse a NIDO.
Nido apoya a 32 empresas y una de ellas es Solestructuras, compañía enfocada en desarrollar Solarflex, la marca de los paneles semiflexibles y livianos a los que le están apostando para atraer inversionistas, continuar creciendo y acompañar a empresas como Frisby para facilitarles la transición energética en sus procesos.
Con tecnología patentada para hacer los paneles solares bajo la marca Solarflex y el apoyo del programa NIDO, Diana Monsalve, representante de Solestructuras y José Darío Perea, encargado de innovación, ya han facturado más de un millón de dólares, mientras participan en reuniones con inversionistas nacionales y extranjeros para incentivar la industria de la energía solar en el departamento del Valle del Cauca.
Llegaron a NIDO por el impulso de la innovación en Cali y el Valle del Cauca, especialmente en materia de transición hacia energías renovables por parte de las comunidades que requieren una solución constante, eficiente y económica.
Qué es lo novedoso de los paneles solares semiflexibles y livianos
Esta historia comenzó hace cuatro años cuando Diana Monsalve y José Darío Perea notaron que las edificaciones colombianas no eran capaces de soportar los 18 kilos por metro cuadrado que pesa un panel convencional.
Pusieron manos a la obra, la constructora y el científico en energía solar emergente decidieron impulsar todo lo relacionado con paneles solares livianos y flexibles en Colombia para facilitar la transición energética a una escala masiva en cualquier lugar del país. “El panel solar que nosotros ofrecemos, pesa apenas 3 kilogramos por metro cuadrado, adaptándonos a cualquier infraestructura”, explica Monsalve.
Esta tecnología se puede utilizar en grandes plantas de producción, centros comerciales, zonas apartadas y vulnerables, que generalmente son de difícil acceso, pero pueden aspirar a tener una solución que se adecua a cualquier tipo de estructura en cubiertas y fachadas para garantizar energía limpia, renovable y menos costosa.
La marca Solarflex de Solestructuras representa diferentes tipos de tecnología, entre ellas algunas desarrolladas por José Darío Perea en grupos de investigación en Alemania, el MIT y Harvard que son nuevas en Latinoamérica.
Ambos empresarios consideran viable trabajar en equipo con entidades gubernamentales para que Solarflex pueda ser utilizado en cualquier tipo de infraestructura y especialmente en las zonas no interconectadas.
Actualmente, se avanza en la investigación y validación del mercado con un sistema Solarflex de silicio, con recubrimientos especiales y materiales especiales para que los paneles solares se puedan doblar y de esta forma, durar de 15 a 20 años.
“Si usted nos llama y quiere teja solar, un sistema flexible, nosotros somos la vía para hacerlo. Desde el que hace un estudio no solamente de la estructura, sino también en la calidad de sol, de aire y de esta forma, se va mirando qué tipo de tecnología coincide mejor y también hasta los ángulos, cuál es la ubicación. Esto se tiene que hacer con seriedad y también se puede incluir dentro de un proyecto de investigación”, comenta Perea.
Precisamente, en la planta de la empresa Frisby en Pereira, instalaron un panel flexible como parte de un proyecto de investigación que implica hacer una aleación con hidrógeno verde. Es la primera empresa del país que le ha apostado a la transición de sistemas emergentes desde la parte solar hasta el tratamiento de aguas residuales.
Vea aquí la historia de Solestructuras y sus paneles solares flexibles, Solarflex:
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