El Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas, realizado cada cinco años en Colombia, señalaba en 2013 que los jóvenes entre los 12 y los 17 años presentaban niveles elevados de ingesta de estas sustancias. Según los expertos en el tema*, las cifras siguen en aumento y los resultados serán visibles cuando este año se revele nuevamente el estudio nacional.
Estas cifras dejan ver que uno de los grandes desafíos para nuestra sociedad es evitar que los niños y jóvenes caigan en problemas de consumo de drogas. Lo anterior debido fundamentalmente al mal uso de su tiempo libre.
La ONU ha sido muy consciente de esta problemática y por eso desde 1998, durante la realización del Foro Mundial en Banff, creó la Red Mundial de la Juventud, que trabaja entre otras cosas en la prevención de estos problemas. Durante el encuentro se llegó a la conclusión de que actividades que fomenten la cultura y el deporte son un importante instrumento para su prevención.
De hecho, estudios realizados por Wolfgang Brettschneider demostraron que el desarrollo de actividades culturales como la música y el deporte en los jóvenes genera mejores niveles de autoestima, mayor capacidad para enfrentar el estrés, mayor rendimiento en los estudios y mejores relaciones con la familia. Un llamado sin duda a invertir en este tipo de iniciativas como un instrumento para el mejor manejo del tiempo libre por parte de nuestros niños y jóvenes.
Grandes ejemplos de cómo la música ha generado cambios en el tejido social del país los podemos ver en organizaciones como la Fundación Incolmotos Yamaha con la iniciativa I'm a Hero que busca impulsar las proyecciones y deseos que tienen los niños, en condiciones de vulnerabilidad, de abrirse un espacio en el mundo de la música. Estos niños, quienes llevan meses practicando con la Venova (una combinación de flauta dulce y saxofón), interpretarán el himno nacional el próximo domingo en el estadio Atanasio Girardot. En el ámbito deportivo hay excelentes ejemplos también como la Asociación de Deportistas Contra la Droga en España, la Asociación Deportiva Juvenil de Mathare en Kenia y Tiempo de Juego en Colombia.
A pesar del compromiso de autoridades normativas y de fundaciones, el llamado imperante es también para que las compañías y sus marcas comprometan mayores cantidades de recursos dentro de sus pilares de crecimiento sustentable y de retorno con la sociedad, inversiones con propósito que permitan apostarle a que los niños y jóvenes sean los protagonistas del desarrollo nacional. La responsabilidad debe entonces estar ligada a que esta población gane desde adentro, apoyándolos a alcanzar metas y logros y otorgándoles experiencias triunfadoras que les permitan soñar con un futuro diferente.