Hoy falleció el Indio Rómulo, poeta costumbrista y representante del orgullo campesino en Colombia. A sus 89 años continuaba trabajando, según él, de manera discreta en colegios, universidades y recorriendo cada rincón de Colombia. Hace más de siete años, en un evento realizado el 8 de mayo de 2013 en el Teatro Tolima, recibió de parte de la Fundación Abrapalabra y el programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Tolima el homenaje Vida de palabras, en reconocimiento a su carrera artística. Aquel día deleitó a los asistentes con un gran recital.
Su legado más importante es haber representado las costumbres, el orgullo campesino y la cotidianidad rural a través de versos que hablaban de la violencia, la naturaleza, la familia y la desigualdad. Pidió que lo recordaran siempre como el Indio Rómulo, un personaje que existió durante más de sesenta años y que, como él mismo decía, “no hizo más que sembrar en el corazón de los jóvenes el folclor del país a través del poema costumbrista”.
Para conocer acerca de la poesía rústica o campesina en Colombia es necesario hablar de Rómulo Augusto Mora Sáenz, más conocido como el Indio Rómulo, un personaje que por más de seis décadas representó las costumbres y el orgullo campesino a través de sus poemas.
Se consideraba a sí mismo un hombre sencillo, luchador, verraco y entregado completamente al público. Comenzó a declamar a los cinco años cuando le regalaron un poema titulado José Resurrección, que, según él, marcó el nacimiento su vida artística.
Nació el 23 de abril de 1931 en Monguí (Boyacá), Día del Idioma. Estudió bachillerato en el Colegio Salesiano de Bogotá, después prestó servicio militar y allí fue reconocido por su talento para declamar y tener bonita letra en la época en que las máquinas de escribir escaseaban.
Después estudió teatro en la academia Goranchacha con el fin de crear un personaje que aparte de declamar también actuara. Al inicio de su carrera se hacía llamar el Campesino Boyacense y se sabía de memoria solo tres poemas (José Resurrección, Quereme Chinita y La Vuelta al Pueblo), que declamaba en las primeras presentaciones en un teatro ubicado en el sótano de la avenida Jiménez entre 7ª y 8ª en Bogotá.
El 13 de junio de 1954 hizo parte de la primera transmisión en directo de la televisión colombiana, un hecho que significó mucho para su carrera como declamador. Seis años después el gobierno de la época le concedió un espacio en la pantalla chica que se llamaba “Romerías del Indio Rómulo”. El programa era ambientado por pasillos, torbellinos, cumbias, bailes y los populares poemas costumbristas, rústicos o campesinos. También participó en el programa Mano a mano musical conducido por Fernando González Pacheco. Su personaje se popularizó rápidamente debido a que solo había un canal.
Un político apolítico
A la par de su carrera artística también fue alcalde de Monguí, Mongua y Tibasosa, Boyacá. Con 22 años fue designado como mandatario del municipio donde nació. Recuerda que disponía de un presupuesto de $19.500 anuales, recursos insuficientes para adelantar la obra más apremiante para Monguí: La energía eléctrica.
Decidió entonces prohibir la venta de trago y cerveza en todo el pueblo y comenzó a fabricar chicha en la alcaldía. El maíz y la panela eran donados por algunos pobladores, varios muchachos se encargaban de conseguir leña y algunas señoras que habían elaborado durante más de treinta años esta bebida ancestral, se comprometieron a dirigir el emprendimiento que tenía como propósito conseguir recursos para proveer de energía eléctrica al municipio. Recuerda que un hombre conocido como el Chucho se encargó de administrar muy bien los dineros recaudados que sirvieron no solo para iluminar a Monguí, también alcanzaron para construir el hospital y el colegio José Acevedo y Gómez.
Poesía rústica: de campesino boyacense al Indio Rómulo
Antes de conocerse como el Indio Rómulo, se autodenominaba el Campesino Boyacense. En 1962, gracias a una recomendación del presidente de la época, Guillermo León Valencia, cambió su nombre artístico.
En una ocasión mientras trabajaba en Radio Sutatenza, el Indio Rómulo junto a Monseñor Salcedo organizaron una presentación a la que invitaron al presidente, aquel día le declamó un poema de la autoría de María Ofelia Villamizar, titulado Hágame una carta, que es la historia de un campesino que sufre el rigor de la violencia.
“Al final de la presentación fue a abrazarme, porque lo hice berriar. Desde ahí trabajé para el gobierno, llevando mensajes positivos para la gente del campo (técnicas para sembrar, por ejemplo). Y como iba a trabajar con él, me pidió que me llamara mejor Indio Rómulo de Colombia”, declaró en una entrevista concedida al diario El Tiempo en octubre de 2015.
Grabó 12 discos compuestos por 140 poemas. Aunque se sabía de memoria más de 156, solo 20 eran de su autoría, el resto habían sido escritos por autores como María Ofelia Villamizar Buitrago, Julio Barón Ortega, Antonio Morales, Consuelo Posada Mejía, Julio Roberto Galindo, Jorge Monastoque, Jorge Robledo Ortiz -autor de la inolvidable Oración del arriero- entre otros.
Se presentó en innumerables escenarios de escuelas, colegios, universidades, teatros, etc. Después de haberse hecho popular con su aparición en televisión, los shows en vivo que realizaba se llenaban de público. Dentro de los eventos más memorables destaca las presentaciones en la plaza de Bolívar de Bogotá durante 1959 y en la media torta en 1965, ambas con lleno total.
Pese a su enorme trayectoria artística, El Indio Rómulo no se consideraba fundador o creador de la poesía costumbrista, rústica o campesina, sino un iniciador que a través de sus declamaciones las dio a conocer. Julio Roberto Galindo fue el primero que le dijo que estas poesías eran costumbristas, mientras que otros autores le decían que se llamaba poesía rústica o campesina.
El costumbrismo literario es una tendencia que surgió en España durante el siglo XIX con la intención de registrar en prosa, verso y obras de teatro las costumbres populares de un territorio. Una de las composiciones más conocidas es el cuadro de costumbres, una narración en prosa que describe la cotidianidad, costumbres, comportamientos, actitudes, valores y hábitos de un país, región o grupo social.
En Colombia apareció entre 1830 y 1880. Su origen se le atribuye a que terratenientes cultos en los tiempos libres solían escribir crónicas, novelas y artículos en los cuales plasmaban la visión que tenían acerca de las relaciones sociales y laborales en el ámbito rural.
Dentro de las principales características del costumbrismo colombiano encontramos el uso de la prosa local y regional, el estudio pintoresco de la cotidianidad rural y de provincia, el empleo de la sátira y la crítica social con la intención de fomentar alguna reforma, la defensa de las tradiciones culturales y la influencia de temas sociales y políticos que reproducen la realidad de manera rigurosa. Se considera que el cuadro costumbrista está ligado al periodismo por el carácter popular y la importancia que le concede a las costumbres contemporáneas.
