La noticia de que Simón Gaviria se va a estudiar una maestría a Harvard no debe tomarnos por sorpresa, eso es algo natural para todas las personas adineradas de este país y mucho más si ha contado con todos los privilegios de los que se goza cuando se es hijo de un expresidente de la república.
Simón, quien fue presidente de la Cámara, presidente del Partido Liberal y además nombrado por el presidente Santos para ocupar el cargo de director —hasta hoy— del Departamento Nacional de Planeación, ha tenido la fortuna de devengar astronómicas sumas de dinero en todos los cargos que ha ocupado. Ser hijo de un exprimer mandatario le ha significado menor esfuerzo, y ello se traduce en tener empleo sin la necesidad de aplicar a ello, tal y cómo lo deben hacer los ciudadanos de a pie.
A los 37 años, con todas estas libertades y ventajas, cualquiera tiene una situación económica definida y muy sólida, por cierto. Tanto como para pagar una maestría o un doctorado en la universidad del mundo que desee. De tal manera que la noticia del viaje de Simón Gaviria a Cambridge, Massachusetts, no es para nada extraña, más si esto obedece a sus aspiraciones políticas a futuro.
Lo que si nos debe tomar por sorpresa y nos debemos preguntar los colombianos es ¿cómo Harvard beca —¡Para una maestría!— a una persona que le da pereza leer, y que firma proyectos tan importantes —como la reforma a la Justicia— sin estudiar un documento a fondo y, además, que tiene de sobra tanto dinero como pagar un posgrado en Harvard?
En junio de 2012, Simón Gaviria era el presidente de la Cámara, jefe único del liberalismo y uno de los llamados delfines de la política. Para entonces, se hizo célebre por aceptar que votó a favor de una ley que no leyó a fondo y que solo hasta el día siguiente entendió la dimensión de la misma.
En Colombia, —desde la responsabilidad social universitaria inspirada en la práctica de valores como la equidad, la solidaridad y la justicia— las becas son para ayudar a aquellas poblaciones de escasos recursos que no tienen dinero suficiente para pagar sus estudios superiores y todos los gastos de manutención que ello requiere. Entonces, ¿cómo es que Harvard beca al hijo de un expresidente y a una persona que ganó por varios años uno de los mejores salarios que se pueden pagar en Colombia, como lo es el de congresista?
Con esto se demuestra que es un mito que un individuo tenga que ser brillante para ingresar a tan excelente universidad. Y es que estudiar durante dos años una maestría en Harvard puede costar aproximadamente 200 mil dólares, es decir unos 590 millones de pesos, una cifra imposible de solventar para la gran mayoría de los 48 millones de personas que conforman este inequitativo país llamado Colombia.
A mí no me da envidia, porque no pienso en mí, lo hago en los millones de colombianos que no tienen la oportunidad de estudiar un pregrado. Es increíble que Harvard haya becado a quien tiene dinero suficiente para pagar, de lejos, un posgrado. No se puede olvidar que por las aulas de Harvard han pasado expresidentes como Franklin Roosevelt, John F. Kennedy, George W. Bush, Barack Obama, y los genios Bill Gates y Mark Zuckerberg, entre otros. Ahora el turno es para Simón Gaviria, a quien muchos le tildan de no saber leer.
Debo decir que estoy inquieto porque conozco muchos casos en que los pobres de este país se han endeudado con el ICETEX y han tenido que durar años para pagar una carrera universitaria, mientras que a personas como Simón Gaviria, quienes lo tienen todo, los becan para estudiar una maestría en Harvard y no por ser genios precisamente. Habrá que ver cómo lo hizo para lograr esta beca. Ojalá Colciencias o Colfuturo no estén detrás de ello. Amanecerá y veremos…
Perfil completo de Simón Gaviria
Vídeo en el que Simón Gaviria explica que pasó con el proyecto que aprobó sin leer bien
