Con la liga femenina de fútbol se ha despertado una euforia especial en varios estadios del país que se ven colmados de familias que van a disfrutar de un deporte donde la recreación es más importante que la competición .
Lo que fue una agresión de algunos directivos del fútbol masculino que descalificaron a las mujeres en la práctica de este deporte, se convirtió en una oportunidad para ellas que lograron visibilizarse y volver los ojos de muchos hacia los estadios del país. El campeonato de fútbol femenino atrae a muchas personas e incluso a las marcas que patrocinan a los equipos masculinos.
Es el caso de SuperGIROS, el patrocinador de equipos como América de Cali o el bicampeón Junior de Barranquilla que le apostó a esta liga con un argumento rotundo, la mayoría de sus funcionarias son mujeres y no hay mejor manera de hacerle un homenaje a su esfuerzo del día a día que apoyando a las jugadoras que ahora llevan en su pecho la marca de una de las empresas más destacadas del país en ese segmento.
Busqué a dos de las protagonistas de este campeonato para conocer sus impresiones sobre lo que sienten y piensan dentro y fuera de la cancha y me fui a dos ciudades emblemáticas para para el fútbol y así lograr, a través de una conversación sin gambetas, sus impresiones sobre algo que empieza a surgir con fuerza .
En los campos de entrenamiento de Sabanilla en Atlántico y Pance en Cali se forjan muchos de los sueños de millares de mujeres para las cuales el fútbol femenino es sinónimo de paz, hasta allí llegamos para acercar estas dos orillas y saber más de lo que sucede con este deporte que mueve millones y sensaciones.
Vea aquí la entrevista de Óscar Ritoré: