Miren ustedes, la barbaridad se apropia de la orbe: lo que nos relatan en el ciberespacio, por los hechos de persecución incrustado en razones religiosas o de credo, de lo cual nos ocupábamos ya en oportunidad, ahora se encuentran en relación o a causa de la acción de guerra y, qué clase de guerra...; el apabullante escenario de las mujeres y los niños, tomados como botín o arma del conflicto armado que, por sus características, es uno de aquellos denominados ‘conflicto armado internacional’.
La caracterización, internacional, se extrae de los contornos de la dimensión del conflicto y son reseñados a pesar de la distancia, entre otros, por nuestros medios de información así[1]: para comenzar, son varios los ‘estados’ involucrados o, territorios que por su naturaleza, en connotación racial, son considerados como Nación:
(…)Según reportó el diario nigeriano The Vanguard, (…) aseguró que ha recibido información acerca de más de 16.000 embarazos en adolescentes en el problemático estado de Borno, bastión de BokoHaram. (…) El domingo pasado, las autoridades anunciaron el traslado de 275 mujeres y niños a un campo de desplazados en la capital del estado de Adamawa, Yola. (…)Una de las rehenes, Binta Abdullahi, de 18 años, fue secuestrada en su pueblo cerca de Madagli, en el norte del estado de Adamawa, hace más de un año. (…)El Ejército nigeriano, junto a las fuerzas de las vecinas Chad, Camerún y Níger, ha recuperado varias zonas controladas por Boko Haram en los dos últimos meses.de Borno (…)’.
Conflagración múltiple, a lo que se suman, según los reportes oficiales: sufrimientos, desnutrición, amenazas, 214 embarazos, matrimonios forzados, abusos sexuales, maltrato psicológico, `(…) a algunas se las obligó a ir a luchar al frente (…)’, amenaza para ser vendidas como esclavas, utilizadas como escudos humanos: “Las mujeres que estaban escondidas bajo los árboles fueron atropelladas por los carros de combate que avanzaban sin saber que estaban allí”, abandono o exposición de menores, desaparición forzada, pues entre las ‘(…) prisioneras liberadas hasta el momento por el Ejército de Nigeria no parece estar ninguna de las más de 200 estudiantes secuestradas en la localidad de Chibok (estado de Borno), en abril de 2014. Una de las sobrevivientes dijo que su grupo nunca entró en contacto con las niñas de Chibok. (…)’; en fin, una vergüenza para la humanidad.
Acciones de guerra, que son claro y evidente ejemplo de violación a los Tratados Internacionales, desde la ‘Declaración Universal de los Derechos Humanos’, el Pacto Internacional de Derechos Civiles, Políticos, Económicos y Sociales; la ‘Convención sobre la Esclavitud’ (1926), la ‘Convención Suplementaria Sobre la Abolición de la Esclavitud’ (1956), el ‘Convenio para la Represión de la Trata de Personas y Explotación de la Prostitución’ (1949), la ‘Declaración Sobre la Protección de Todas las Personas Contra la Tortura y Otros tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes’ (1975), la ‘Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes’ (1984), el ‘Convenio Relativo a la Abolición de Trabajo Forzoso’ (1957), el ‘Convenio Sobre los Derechos Políticos de la Mujer’ (1952), la ‘Declaración Sobre la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer’ (1967), la ‘Declaración Sobre la Protección de la Mujer y el Niño en Estados de Emergencia o Conflicto Armado’ (1974), la ‘Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer’ (1979), la ‘Declaración Sobre la eliminación de la Violencia Contra la Mujer’ (1993), la ‘Declaración de los Derechos del niño’ (1959), la ‘Convención Sobre los Derechos del Niño’ (1989), el ‘Protocolo Facultativo de la Convención Sobre los Derechos del Niño Relativo a la Participación de Niños en los Conflictos Armados’; y, el ‘Protocolo Facultativo de la Convención Sobre los Derechos del Niño Relativo a la Venta de Niños, Prostitución Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía’, entre otros. Además de la posibilidad del Crimen de Genocidio.
Todos los anteriores documentos, son clara evidencia de que el mundo sigue y sigue en barbarie; a la mujer y al menor se les ha tomado como botín, como arma de guerra. Palpable el ejemplo. ¡Alerta! El cuadro presentado no es lejano a nuestras tierras: el conflicto no internacional que hemos padecido, así debe ser analizado, cualesquiera sean las fuerzas que lo hayan perpetrado.