Me encontraba ojeando los títulos que aparecen en el aplicativo de libros del teléfono y descubrí un texto que no pude parar de leer: “En aquellos días mi mundo giraba lentamente alrededor de unas cuantas presencias que yo creía firmes e imperecederas. (…) Era modista, trabajaba como oficiala en un taller de noble clientela”1. De inmediato hice clic con un relato que se me antojó muy propio, como si en cada línea hubiera un pedazo de mi historia. Al fin me he dado cuenta de que esta novela es como un gran telar elaborado con los retazos de nuestra historia femenina.
Al principio, Sira era una joven con pocas expectativas, pero muy dispuesta a asumir lo que le ofrecía su entorno y su tiempo. Antes de cumplir los 20, sabía que debía enamorarse, ser fiel y formar una familia para toda la vida. Pero, como ella lo describe, una máquina de escribir cambiaría el rumbo de sus cómodos días como aprendiz de modista.
Después de un largo trasegar y de abandonar su ciudad, su país, su familia y la vida predispuesta en su pequeño mundo, decidida a seguir a un amante impostor hacia Marruecos, las vicisitudes de esos agitados días la llevarían a convertirse en una informante de alto calibre en medio de la II Guerra Mundial. Los estragos de aquel enorme conflicto, se asentaban en una España decaída social y económicamente en manos del dictador Franco.
Sira conoce a las esposas de altos mandos alemanes y españoles en su afamado atelier, donde las indiscreciones y habladurías de sus refinadas clientas, le darían el material que más tarde convertiría en trazos y patrones para enviar como códigos a agentes secretos.
Como nunca se imaginó salir de su barrio o de su ciudad, tampoco se imaginó la mujer en la que se convertiría y de lo que sería capaz no sólo para proveerse un plato de comida, sino para encontrarse con la Sira verdadera, la mujer aguerrida que en medio de sus temores dejó salir a la más refinada y sutil, pero también la más astuta e inteligente de las agentes al servicio de los británicos.
“La fuerte Dolores se había hecho vulnerable, la pequeña Sira era ya una mujer independiente”2. A fuerza de correrías, la guerra apagó muchas vidas y permitió renacer a mujeres que parecían atrapadas en un mundo hostil dirigido por hombres.
Una maravillosa obra que María Dueñas ha logrado presentar y que a partir de los sucesos ocurridos en la guerra, destacó a una joven modista que con su trabajo desenmascaró a personajes claves y muy cercanos al régimen franquista.
Una historia que no termina porque las mujeres continuamos reescribiendo nuestro destino y porque la autora española todavía tiene tela para cortar desde el atelier de “Sira”, segundo libro de esta novela que promete ser una magnífica saga del espionaje en tiempos del siglo XX.
- Dueñas, El tiempo entre costuras capítulo 1, 8
- Dueñas, El tiempo entre costuras capítulo 33, 906