Tres mujeres agredidas, una de ellas, con intento de ser ahogada y otra atacadas con armas blancas, son parte de las técnicas de terror adoptadas por los trabajadores que operan bajo las órdenes del ocupante de mala fe en predios de Curvaradó y Pedeguita Mansilla.
Molano es beneficiario de operaciones paramilitares, entre ellas, algunas administradas por Sor Teresa Gómez.
El grave hecho ocurrió en un territorio en donde desde la primera semana de noviembre se iniciaron operaciones paramilitares con instalación de retenes para el control de personas, y de bienes, la restricción a la libre locomoción y el cobro de vacunas. Los paramilitares instalaron un retén entre el caserío de Cetino en Curvaradó y Las Menas en el Jiguamiandó.
Paramilitares retuvieron por más de seis horas a un mototaxista y un integrante del consejo comunitario de Jiguamiandó. La retención ocurrió en el punto conocido como La Ye en límites entre Curvaradó y Jiguamiando.
Los paramilitares establecieron en el lugar un retén en donde permanecieron vestidos de civil y con armas desde el medio día hasta las seis de la tarde. Los paramilitares amenazaron a los dos civiles y afirmaron que no estaba permitido el transporte de más de 18 galones de gasolina. Los paramilitares desde comienzos de noviembre establecieron el retén para el control de la población y de sus bienes, exigiendo recibos, en algunos casos cobrando un impuesto.
En predios colectivos de Curvaradó, y Pedeguita Mansilla, desde el viernes pasado en horas de la tarde, trabajadores del empresario ocupante de mala fe, Luis Felipe Molano, destruyeron el puente que posibilita el ingreso por tierra a través de motocicletas o de camionetas el apoyo humanitario para los integrantes del consejo comunitario de Caño Manso, territorio colectivo de Curvaradó y el territorio colectivo de Pedeguita y Mansilla
En continuidad con las agresiones a los integrantes de los consejos comunitarios que reclaman sus tierra, la lideresa de Pedeguita y Mansilla, Rocío Rueda, fue agredida físicamente por el conocido como El Paisa”, uno de los ocupantes de mala fe.
Ayer sábado en horas de la mañana en predios del consejo comunitario de Nueva Unión, Territorio colectivo de Pedeguita y mansilla, un ocupante de mala fe con su rostro cubierto amenazó de muerte a los integrantes del consejo Luis Mercado y Katerine Torres.
Cerca del lugar se encontraban efectivos de la brigada 17, que a pesar de conocer las amenazas no intervinieron. Incluso, un militar afirmó "dejemos que estos hijueputas se maten entre ellos"
En la madrugada de hoy, ocho trabajadores del empresario ganadera Luis Felipe Molano, ocupante de la mala fe, luego de amenazar de muerte a los integrantes de la familia Mercado, les destruyeron tres viviendas provisionales que instalaron al lado del puente que pretendían reconstruir.
Uno de los ocupantes de mala fe intentó agredir con un machete a la integrante del consejo comunitario Ana Tuirán, quien logró defenderse con una tapa plástica de un tanque de agua.
El llamado el “Paisa” les manifestó que tenían la orden de matar, que iban a mochar cabezas como en el pasado. El trabajador del empresario ganadero, ex coronel Luis Felipe Molano, agregó que contaban con el apoyo del ejército y que éste no se iba hacer presente así le llamaran insistentemente.
Agregó que estaban actuando con total tranquilidad para que se dieran cuenta del poder que tiene el coronel (r) Luis Felipe Molano.
Según, los testimonios recibidos, dos de los sujetos portaban armas cortas y los efectivos de la brigada 17 se encontraban cerca pero se negaron a actuar.
Minutos después varios de los trabajadores del ex militar y empresario ganadero ingresaron violentamente a la vivienda de la señora Katerine Cuesta, A la integrante del consejo comunitario la sacaron por la fuerza de su vivienda y la tiraron a un canal e intentaron ahogarla.
En medio de las agresiones Narciso Díaz, administrador del ocupante de mala fe, Luis Felipe Molano, afirmó el ejército no va a venir porque las órdenes “vienen de muy arriba””, así que no reclamen más.
Los graves hechos ocurren en medio de una alta militarización y de un incumplimiento de fondo a las órdenes emanadas por la Corte Constitucional.
Durante los últimos días las agresiones se han dirigido a mujeres, sin que exista reacción alguna del gobierno de Colombia para garantizar a ella sus derechos.
Bogotá, D.C.17 de noviembre de 2013