Hoy he dedicado parte de mi tiempo a leer las múltiples reacciones en las redes relacionadas con el caso de las dos mochileras argentinas asesinadas en Montañita, y me resulta completamente imposible evitar reaccionar ante esto.
Estos hechos no son de hoy, son de siempre.
Hace un poco más de un año, estaba sola en Montañita, con mi mochila y la ilusión que tiene todo aquel que ha viajado solo: disfrutar el mundo y encontrarse. Las primeras reacciones cuando le conté a mi familia y amigos que me iba sola de viaje fueron las típicas de esta sociedad machista que aún no puede poner en práctica los ideales donde tanto hombres como mujeres podemos correr los mismos riesgos y tener los mismos sueños: "¿Pero te vas sola? ¿Por qué no viajas con un amigo? Estás loca. Puede que te pase algo".
¿Por qué resulta casi imposible ante los ojos del mundo que una mujer viaje sola? Esa era la pregunta que me pasaba por la cabeza luego de escuchar como cuestionaban mi decisión. Porque no me cuestionaban irme de viaje, me cuestionaban ser mujer e irme sola.
Si algo le pasa a una mujer es culpa de ella, por estar sola, por no estar acompañada de un hombre, por vestir para ella para sentirse linda, por estar demasiado arreglada, por llamar la atención, por ser ella, por ser libre, por querer vivir. ¿Cómo puede la sociedad decir que una mujer es culpable de que la agredan, de que la morboseen, de que la violen, de que la maten, solo por el hecho de ser mujer y querer vivir plena y disfrutando del mundo como cualquier persona está en el derecho de hacerlo?
Cualquier mujer que quiera viajar sola no debería preocuparse por algo adicional a lo que un hombre se debería preocupar. Su familia, novio y amigos no deberían sufrir porque ella quiere viajar sola. Mis papás no deberían pensar en que lo que les pasó a Marina y Maria José me puede pasar a mi porque soy mujer, quiero viajar sola y tengo casi la misma edad.
El problema no es ser mujer y querer viajar sola, el problema es creer que ese es el problema.
En 2016 resulta increíble que aún luego de Ana Bolena, Marie Curie, Virginia Woolf, Frida Kahlo, Indira Gandhi, Malala Yousafzai y miles de mujeres más, la sociedad aun crea fervorosamente que ser mujer es un problema, una debilidad, una desventaja para poder vivir.
Soy mujer y quiero viajar sola, sin que eso me haga el camino más difícil. Soy igual que Marina, María José y millones de mujeres más.