Darío Gómez, el rey de despecho, intentó matarse en más de una vez. No soportaba las tragedias que desde muy niño lo acompañaron y le atormentaban. Su infancia no fue fácil. Era pobre y vivir junto a un padre maltratador fueron de las primeras situaciones que sufrió.
Pero el primer golpe del que nunca pudo reponerse fue el haber matado a su padre, mientras este golpeaba a su mamá casi hasta matarla. Según lo contó muchas veces todo fue un accidente. Todas las noches su papá llegaba borracho a la pequeña finca que tenían en la vereda Los Cedros, en el municipio de San Jerónimo en Antioquia, y la despertaba a golpes.
Una de esas terribles noches el hombre a su esposa le partió la nariz de un solo puño y luego la sometió a una serie de planazos con un machete. El joven Darío Gómez, con 24 años encima, le quitó la escopeta a su papá y el arma se accionó. La bala fue a parar al pecho de su padre.
La otra tragedia que enlutó la vida del llamado El rey del despecho ocurrió en 2002. Su hija Luz Dary Gómez, fue asesinada con una bala perdida que la golpeó en medio de una guerra entre pandillas, en un barrio de Medellín. Luz Dary dejó a una pequeña niña de 6 años que se llama Daniela, la famosa nieta de Darío Gómez, que él crió desde ese momento.