"El cristianismo, tal como lo vemos en el Vaticano, no es el que Cristo quiso para la iglesia; pero mi fe es en Cristo, no en el Vaticano; si el Vaticano se aparta de Cristo, yo sigo con Cristo", fueron las palabras que pronunció para la BBC el sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, uno de los primeros exponentes de la teología de la liberación, movimiento latinoamericano que buscaba reivindicaciones sociales desde la practica eclesiástica; junto a Cardenal, también son reconocidos : Leonardo Boff, Domingo Lain, Gregorio Manuel Perez ; en especial por la controversia que suscitó al interior de la iglesia católica el accionar de los llamados “curas comunistas”, quienes desde sus comunidades de base o incluso desde la militancia directa en movimientos guerrilleros y revolucionarios intentaron conseguir transformaciones sociales. Quizá por ello, algunos afirmaron que querían hacer la obra de Dios con los métodos del diablo o que simplemente habían reemplazado el misal por el fusil y el evangelio por el Capital.
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Pese a que Cardenal no militó abiertamente en ningún grupo, si apoyó ideológicamente al Frente Sandinista de Liberación Nacional, el cual logró el derrocamiento de la dinastía Somoza, y más tarde perteneció al movimiento renovador sandinista. Debido a esto fue suspendido de su labor eclesiástica por el papa Juan pablo II, pero jamás adjuró de su fe católica. Poeta, traductor, escritor y hombre de talento; pasó sus años entre poemas de Neruda y Rubén Darío; alejado de los altares pero nunca de su fe. Se dice que fue un hombre de dos vocaciones, los pobres y la poesía, cosa nada rara; pues los más bellos versos han salido de almas melancólicas de de estómagos vacíos.
Cardenal, de mirada afable, boina negra y sonrisa melancólica, partió de este mundo dejando sus versos, sus notas y su recuerdo. El vodka; famosa bebida rusa, nunca reemplazó al agua bendita, y aunque se dijo que eso fue un coctel de soñadores, la realidad fue que ese viejo cura comunista dejó en herética salmodia el retrato de su oficio.
"Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido ni
asiste a sus mítines
ni se sienta a la mesa con los gánsters
ni con los Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans"
Ernesto cardenal Cardenal
Será como un árbol plantado junto a una fuente.
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