La tristeza se lo llevó este martes 21 de enero. La tristeza que arrastraba desde hacia meses cuando su hija murió en septiembre en un accidente en una competencia de paracaidismo en California. A sus 59 años realizaba más de 300 cirugías de seno al año con una eficacia admirable: la mayoría de sus pacientes se curaban en sus manos y no había reincidencias.Miles de mujeres lo recuerdan como un gran salvador de vidas, de allí el gran desconcierto por la tragedia ocurrida este mediodía en la clínica del Country de Bogotá.
En septiembre del 2019, en la víspera de la tragedia que no pudo superar,dio su última conferencia académica en el X Aniversario del Centro Oncológico de la Clínica del Country. Esta fue su intervención, La ciencia al servicio de los pacientes con cáncer de seno: