Este primero de noviembre se inauguró la muestra de Álvaro Barrios en la galería El Museo cuyo título es “La Multiplicación de los cuadros”: se trata del pasaje bíblico de la multiplicación de los peces. Es una buena exposición. Bien pintada. Organizada por sus temas que se repiten o mejor, se multiplican las obras.
“Jorge Glusberg, quien fuera director del Centro de Arte y Comunicación en Buenos Aires, calificó a Álvaro Barrios como el gran dibujante latinoamericano. Elogio pertinente para el período moderno del artista, antes de que su trayectoria posterior lo situara como uno de los grandes referentes del apropiacionismo en el arte contemporáneo del continente. Sin duda Álvaro Barrios ha tenido una brillante trayectoria. Su mundo que siempre ha estado en el movimiento Pop entre comics y obras de arte. Se trata de una manera de seguir de cerca al arte conceptual”. Anota el curador de la exposición.
En sus trabajos siempre incluye la ironía en los comentarios que cuentan las historia. Los globos de los comics siempre llevan un comentario mordaz. Por otro lado, sabemos que la única lección de la historia será que no se puede sacar ninguna lección. Todo es un recorrido. Son las decisiones que predeterminan una línea de desarrollo.
En un inmenso políptico, en una embarcación sobrevive a una tormenta, los supuestos apóstoles van conducidos por la Rueda de Marcel Duchamp, icono de la modernidad objetual y ellos van salvando los cuadros de la historia del arte donde aparecen dos colombianos: Beatriz González con sus reproducciones populares de Molinari en su cuadro Canción de cuna y Antonio Caro con su palabra Colombia que retoma de tipografía de Coca cola. También en la recolección se encuentran varios Picasso de diferentes épocas de su pintura y se salvan a varios artistas norteamericanos del movimiento Pop.
En esta exposición, las copias de los colombianos se repiten y donde quedan otras maneras de ver la misma cosa. Otro, de los mismos cuadros de muchos cuadros. ¿Algo de facilismo? ¿Algo demasiado comercial?
Hay otro lugar donde también viene esa constante de Álvaro Barrios de mirar en los otros mientras se acoplen al yo. Y es cuando retoma de Euguene Delacroix (1798- 1863) del cuadro La libertad guiando al pueblo- del romanticismo francés que es un cuadro histórico sobre la revolución francesa que se encuentra en el museo del Louvre en París. Barrios, tal vez, quiere interrogarse sobre la realidad los nuevos paradigmas de la realidad inmediata. Sobre la identidad, la diversidad y multiplicidad de reunir pensamientos de que tienen que ver con espacios y tiempos. Esa ha sido siempre parte de su creación. Encontrar con el efecto Pop una manera distinta y muy personal de hacer sus apropiaciones.
