Cuando escuchó la cifra de que 800 millones de niños alrededor del mundo, el empresario y filántropo de Singapur Jack Sim emprendió una cruzada que lo ha llevado hoy a ser reconocido con el apodo de Mister Toillet. Si bien esa es la cifra solo de niños, según la ONU existen 4.3 billones de personas viven sin unas condiciones mínimas de sanidad y 673 millones defecan al aire libre. Los que más sufren son niños menores de cinco años quienes mueren diariamente a causa de las enfermedades que contraen por vivir en lugares donde no hay acceso a saneamiento básico, seguro ni agua potable. No se puede hablar de verdadera equidad si todos no tenemos el derecho a ir a un baño digno.
Otro dato lo hizo alertar aún más a Sim: el 80% de las 2.500 millones de personas que alrededor del mundo no tiene acceso a un retrete vive en su continente, Asia. Por eso en el 2001 creó la Organización No Gubernamental World Toilet Organization. Por eso dejó todo, su próspero negocio en la construcción y empezó a vivir de los ahorros: tenía tanto dinero que casi veinte años después sigue soportando sin afugias su altruismo absoluto.
Por su carisma, su liderazgo, Sim se ha convertido en un personaje mundial hasta el punto de que fue el protagonista de un documental sobre baños públicos que se estrenó en el Festival de Cine de Toronto. Uno de los focos de Sim está enfocado en el drama que tienen las mujeres. El 21 de noviembre del 2004, durante la Cumbre Mundial del Inodoro celebrada en Pekín, se craneó el día mundial del inodoro. Político indicó la necesidad de afrontar y sincerarse sobre lo terrible que es para las mujeres –quienes necesitan 90 minutos más al mes que los hombres en los baños- no pueden acceder en lugares como en la India en donde está el país con mayor problema para que las mujeres puedan tener cerca un inodoro.
Su labor le ha llevado a tener reconocimientos inimaginables: En el 2007 Jack fue elegido miembro de Ashoka: Innovadores para el público además de convertirse en uno de los miembros claves para convocar a la Alianza de Saniamiento Sostenible. Aunque su logro máximo fue haber sido nombrado en el 2008 un Héroe del Medio Ambiente.
Después de crear decenas de aplicaciones que sirven para ubicar baños cercanos al lugar donde esté la persona que lo necesita, está metido en este momento en su gran reto, construir un World Trade Center de 65 mil metros cuadrados en Singapur destinado a darle solución a algo que parece ser una utopía: mitigar los efectos de la pobreza en los 4.000 millones que la padecen. Su idea central es proporcionar un baño para cada 20 personas alrededor del mundo. Una cifra que por ahora es una utopía.
Por ahora Sim se remanga la camisa y deja de ser solo un entusiasta para hacer acciones en serio, como las protestas que hace alrededor del mundo para concientizar a los gobiernos sobre los problemas y las muertes que conlleva el no tener acceso a inodoros. En Madrid, Moscú o París, aunque la protesta con mayor imaginación ocurrió en Nueva Delhi cuando, durante el Festival Internacional del Aseo, veinte mujeres llegaron al evento cargando sobre sus espaldas inodoros de verdad.
En Colombia tiene un seguidor y un aliado con el mismo empeño: Juan Carlos Moreno, quien inventó un novedoso baño portátil que no necesita agua para degradar con químicos y bacterias los deshechos biológicos. Fundó la empresa Manitu que en asocio con la multinacional Thermoform fabrican unos baños livianos necesarios en los conciertos, eventos deportivos al aire libre, emergencias sanitarias y naturales, construcciones y muchos municipios empiezan a verlos como una solución para que peatones y transeúntes puedan deambular con tranquilidad por las ciudad. Ellos son los primeros en el país en hacer baños con un concepto amigable con el medio ambiente ya que son autosuficientes, es decir no necesitan de agua. Ellos encabezan la celebración del día mundial del baño.