Los movimientos estudiantiles dan cuenta de todo lo que tiene que hacer un colectivo para alcanzar reivindicaciones sociales, políticas, económicas, culturales, entre otras. Todos los triunfos alcanzados han tenido un costo bastante alto en estudiantes asesinados por parte de gobiernos autoritarios; los logros no se hubiesen alcanzado sino fuese por la determinación de miles de estudiantes en pro una sociedad más incluyente, un gobierno que no privilegie a las élites dominantes y tienda la mano a las clases populares. Las universidades es el recinto que permite la deliberación de ideas en las plazoletas, debates donde se muestra la situación de la institución, situación política del país y lo más importante una constante evaluación del sistema educativo.
Teniendo en cuenta lo anterior, es sabido que las grandes transformaciones de las sociedades requieren de un periodo de crisis caracterizado por el sometimiento y el flagelo de los menos favorecidos a causa de un gobierno que no tiene en cuenta a la población. Por ejemplo, la Revolución Francesa se dio por una serie de medidas asfixiantes que hundieron al pueblo en la hambruna y pobreza, como consecuencia el descontento general de la población que desembocó en este hecho histórico, suceso que da muestra del poder de la sociedad para buscar salidas a un mejor convivió de ciudadanos.
En el caso particular colombiano, en épocas similares en el proceso independentista José María Carbonell fue pieza fundamental en los acontecimientos dados el 20 de Julio de 1810; fue él junto con un grupo de amigos y estudiantes quienes motivaron a campesinos, comerciantes, artesanos y demás personas que estaban en el mercado a manifestarse en la plaza central a exigir un cabildo abierto debido a la situación política de la Nueva Granada. Esa tarde es muestra del protagonismo que tienen los estudiantes en conducir una sociedad a dar solución a los problemas.
Ahora bien, el movimiento estudiantil contemporáneo (específicamente el latinoamericano) debe su origen a las ya mencionadas dificultades que atravesaba la sociedad tales como: control Autoritario de Gobiernos, la desconfianza en el sistema político, y la estigmatización de manifestaciones obreras, campesinas y estudiantiles, además de políticas educativas elitistas. Ante estos obstáculos los movimientos estudiantiles fueron reinventándose a sí mismos, las universidades y colegios fueron escenarios donde se debatía e intentaban dar soluciones primero en el sistema educativo y luego en la situación política del país. Fue así como lo que hoy conocemos como movimientos estudiantiles construyeron sus principios y que caracterizan su lucha día a día.
El referente filosófico de los movimientos estudiantes se basó en la Reforma Universitaria impulsado por el movimiento estudiantil de la provincia de Córdoba, ideario que planteo la libertad de cátedra, la no relación de la iglesia católica con la educación y la universalidad de la educación para todas las clases sociales. La consolidación de los movimientos estudiantiles se dio en 1921 en el Primer Congreso Internacional de Estudiantes celebrado en ciudad de México, congreso que ratificó todos los principios por los cuales los estudiantes deben ser defensores de una educación para todos y garantice posibilidades para un mejoramiento continuo de los sistemas educativos, estas son las banderas irremplazables de los estudiantes.
A las agrupaciones estudiantiles se les deben muchas reivindicaciones sociales, tanto así que la música protesta le ha dedicado muchas canciones, entre tantas canciones una estrofa identitaria es: “Me gustan los estudiantes los estudiantes porque son la levadura, del pan que saldrá del horno, con toda su sabrosura”. Es igualmente distintivo ver manifestaciones de estudiantes que son disolvidas por grupos policiales, al respecto Piero también menciona a los estudiantes: “Pasan corriendo los estudiantes, porque los persiguen los vigilantes, Pasan corriendo los vigilantes, porque los persiguen los estudiantes”. Los movimientos estudiantiles se identifican con la población más necesitada, de ahí que tengan el apoyo necesario para subsistir.
Los jóvenes que todavía están en colegios deben saber todo lo que enmarca las posiciones que afectan a sus derechos ganados por varias marchas, manifestaciones culturales y muertes. Incentivar la autorreflexión de estudiantes comprometidos con las luchas sociales es tarea de profesores que se preocupen por el progreso de su comunidad. Los estudiantes tienen el privilegio de enfrentar al enemigo en debates democráticos, donde se respetan las distintas posiciones. El llamado hoy es a seguir la lucha cuando se vulnere el derecho fundamental de la educación, porque es la educación la que hace al mundo un lugar consiente de sus problemáticas.
