El próximo 26 de Febrero, Fecode presenta ante al ministerio de educación nacional el pliego de peticiones de éste sector de los trabajadores estatales. Este pliego, contiene las exigencias justas para seguir en la defensa de la educación pública y la búsqueda de la dignificación de la profesión docente, está conformado por los siguientes aspectos: nivelación salarial, carrera docente, política educativa, salud digna, bienestar, cumplimiento de los acuerdos, además de tres anexos de solicitudes al cumplimiento de la ley.
La negociación de este pliego se inicia bajo un panorama económico, político y laboral, bastante complejo. La educación pública en Colombia se ve amenazada por la política de privatización, recorte de los recursos, perdida de los derechos de los educadores. El modelo neoliberal sigue siendo la política económica de un gobierno que tiene como fin último la privatización de la educación pública. Este modelo privatizador se refleja en la concesión de los colegios públicos, en los bancos de oferentes, los colegios entregados en convenios y la tercerización de la planta docente. No sobra advertir, que intentan erradicar uno de los últimos alientos que le queda a la ley general de la educación, la autonomía escolar, especialmente en lo concerniente a la libertad de cátedra que es reemplazada por el currículo único y obligatorio, el programa de escuela nueva y excelencia docente académica (Todos a Aprender). Este es el contexto en el que se mueve la lucha del magisterio colombiano y está contemplado en el plan de acción de la Fecode y los aspectos presentados en el pliego de peticiones.
Los docentes del departamento de la Guajira y la comunidad educativa en su conjunto miran expectantes esta lucha que está por iniciarse. El año escolar, comenzó en este departamento con serias irregularidades que han impedido de manera oportuna el desarrollo de las actividades académicas afectando niños, jóvenes, padres de familia y docentes. La razón de esta crisis es la falta de contratación oportuna para administrar recursos educativos. Fecode se opone a la política de tercerización de la planta docente, cuando cuestiona la ley 1294/09 y el decreto 2355/09, cuando presenta reparos a la normatividad que cobija a los centros etno-educativo decreto 804/95, decreto 2500/2010. Todo este mundo de leyes, decretos, normas y demás tienen el propósito de la privatización de la educación pública.
Pero, también se hace necesario, que la comunidad educativa en la Guajira comience a forzar el debate sobre el cambio climático y su impacto en la calidad de la educación pública. La administración municipal de Rafael Ceballos y el gobernador de la Guajira, Chemita Ballesteros, no pueden pasar de agáchate frente a un hecho tan evidente. Los docentes y estudiantes de todo este departamento desarrollan sus actividades académicas en salones de clase que entre las 12:30 y 2:30 de la tarde son verdaderos hornos crematorios. Con el agravante de la carencia de agua potable disponible dentro de la instituciones educativas.
Y como si fuera poco, a las altas temperaturas y a la carencia del agua en todo el territorio semidesértico de la península, a este departamento se le avecinan luchas difíciles pero dignificantes, con la desalmada pretensión de desviar el arroyo Bruno, una pequeña fuente que sirve a la subsistencia a un grueso número de pobladores wayúu ubicados en la Guajira media cuya única imperfección es tener carbón bajo su manto.
Finalmente, advertirles a los gobernantes que la comunidad guajira y en especial la educativa está dispuesta a la movilización social en defensa de la educación pública gratuita sin tercerización, en condiciones de calidad, instalaciones confortables y dotadas, transporte seguro y a tiempo, una alimentación balanceada y suficiente en comedores escolares dignos, que no se cuenten los granitos de arroz que se come cada niño, es decir no puede haber racionamiento en la alimentación de estos niños, solo entonces se podrá brindar una buena educación para los niños y niñas guajiros.