El Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín realizado por el gobernador de Antioquia Aníbal Gaviria y el decreto 0321 de 2018 firmado por Federico Gutiérrez cambiaron totalmente el destino de la población en Moravia. A raíz de eso surgió Moravia Resiste, una organización comunitaria que hace frente a esta normatividad que pretende convertir a este sector como si fuera el sur de la ciudad, un lugar lleno de edificios que convive de manera vertical y no de manera horizontal, de un lugar creado por manos campesinas a un lugar de ciudadanos estandarizados que no se saludan.
“La posición sobre el decreto es que no es renovación urbana, sino renovación humana, haciendo borrón y cuenta nueva. Pretendemos que no nos declaren como suelo fiscal, porque primero es lo legítimo que lo legal, somos una mini Colombia dentro de una Colombia gigante. Este decreto acabaría con los lazos de vecindad, donde la música y la comida es de todos”, cuenta Leslie Osorno, integrante de Moravia Resiste.
También resistiendo como lo hace Afropower, organización cultural y artística de danza urbana que reúne a jóvenes que bailan para quitarles menores al conflicto, desde la apuesta propositiva de fortalecer las habilidades de los chicos y por la transformación cultural de su territorio.
“Los chicos están en proceso de creación de una obra que se llama desterrados. Esto empezó desde hace mucho rato, desde que empezaron a sacar a la gente del morro, un sector de los más fuertes era uno que se llamaba Chocó Chiquito, ha sido un proceso muy fuerte y por eso hacemos resistencia desde el arte. En estos momentos estamos haciendo esa obra frente a ese desplazamiento y desarraigo de la gente. Fomentamos que los chicos cuiden y se apropien de su territorio; esta obra es una crítica a ese desalojo que ha hecho la alcaldía durante varios años. El barrio tiene un aporte a nivel multicultural grande, este barrio es uno de los más simbólicos por su carga histórica”, así lo asegura Katerin Moreno, coordinadora de esta organización.
Creen en la transformación social desde el arte, porque permite un acercamiento natural con el otro. Ante todo creen en la colectividad, todo el que llegue a la familia poderosa Afropower se le pega lo de ellos, que es convicción en la cultura de querer aportar, querer enseñar y querer servir. Los jóvenes enseñándoles al gobierno y a sus mayores que a un país lo salva el arte, la cultura, la educación y el deporte, no la inversión en presupuesto para la guerra.
Así como lo han demostrado los barristas de Los del Sur y de Rexixtencia Norte, quienes han apoyado a la población civil para que la fuerza pública no los siga atropellando, un pacto por la convivencia ciudadana, que trascienda los equipos de fútbol, los fanatismos políticos o las creencias particulares.
Por eso desde Moravia Resiste han hecho alianza con grafiteros y artistas para hacer murales con mensajes de resistencia. “Es difícil tumbar un decreto, pero tenemos otra opción que es la movilización social, si estamos unidos la alcaldía no puede hacer nada, porque independiente quien nos represente en la alcaldía, el territorio sigue siendo nuestro. Resistir desde el arte, la cultura, las investigaciones”, concluye Leslie Osorno.