Descubrir Mompox, esa joya colonial enclavada en la orilla del río Magdelena, donde Simón Bolívar estuvo al menos siete veces en la década crucial de la independencia, armándose de valor y de recursos para fortalecer su empeño por la libertad, es una experiencia memorable. A su impactante arquitectura colonial levantada a la orilla del río Magdalena se le suman tres días de música inolvidable, a lo grande, gracias al Festival de jazz que concluyó el pasado domingo.
Hace seis años el entonces gobernador del Bolívar, Juan Carlos Gossain, tuvo la idea de reunir en la tradicional Mompox, que permanece intacta, precisamente por su difícil acceso, al primer grupo de músicos y entusiasmar a los colombianos, especialmente del interior, para viajar a descubrir esta pequeña ciudad ribereña.
El nivel cada día es mejor y el actual gobernador Dumek Turbay le ha dado toda la importancia a la programación del Festival a través del Instituto de Cultura y Turismo (Intur), dirigido por la entusiasta Lucy Espinosa. Al formidable jazz interpretado por Óscar Acevedo, Retro Jazz, Cecily's band, 4 in tune, se le han introducido otras expresiones musicales afines a la cultura caribe, de allí la presencia de agrupaciones como Chabuco y su vallenato, mezclado con grupos de salsa y merengue con grandes como Pedrito Martínez y Sergio Vargas llegados directamente de Cuba y República Dominicana.
El aporte cultural del departamento de Bolívar con la orquesta sinfónica, acompañando la voz de Nicolás Tovar y el coro polifónico Zino Yonusas de Unibac, así como el de góspel en las iglesias de San Agustín y San Francisco, le dieron un toque especial: conmovedoras voces en escenarios estéticos inolvidables.
El gobernador Turbay ha querido ir más allá en un apoyo constante y consistente a Mompox desde que asumió las riendas del departamento hace dos años. Su propósito es lograr la transformación de Mompox, de la mano de su alcaldesa Nubia Quevedo, y convertirla en un destino turístico complementario a Cartagena. Y lo está logrando.
La directora de Icultur, Lucy Espinosa; la alcaldesa de Mompox; Nubia Quevedo, Liliana Majana; primera dama de Bolívar, Dumek Turbay, gobernador de Bolívar y Laura González, señorita Colombia
El tema del agua potable y el alcantarillado que traerá la recuperación de las calles está en proceso de solución bajo la batuta de la alcaldesa. El puente de 18 kilómetros sobre el río Magdalena, el más largo del país, entre Mompox y Magangué, que se está construyendo con recursos del Fondo de adaptación, facilitará la llegada a descubrir este tesoro arquitectónico y cultural.
Por otra parte, las opciones de hospedaje han dado un salto cualitativo y cuantitativo. De contar solo con el Hostal Doña Juana, Mompox tiene ahora una oferta de hoteles boutique y viejas casonas adaptadas, respetando el pasado, pero ofreciendo confort. Todo esto completado por la generosa hospitalidad de los momposinos.
Así mismo, tiene eestaurantes que rescatan la comida tradicional y fusiones internacionales, con propuestas como la de la Escuela Taller que con el apoyo de Intur y el Ministerio de cultura, desde la terraza del viejo edificio de la Aduana, mirando al gran río Magdalena, ofrecen una novedosa opción gastronómica.
Y ni hablar del río y su belleza, con descubrir en lanchas manejadas por tradicionales bogas, que conocen los vericuetos del río, para llegar entre buchones, flora exuberante y fauna escondida. Recorridos que permiten divisar el puerto en su totalidad pero también navegar hasta las ciénagas cercanas que con su riqueza natural también intacta.
Fotos: Juan José Jaramillo
El Festival de Jazz y Mompox son una combinación perfecta, que han convertido esta joya preservada en el corazón del río Magdalena en un destino obligado para después de tres días de alegría, estética y amabilidad caribe irse seguros de tener que volver.