En El banquete, obra de Platón, uno de los dialogantes, Aristófanes, narra: …Eran tres el género de los hombres, no dos, como ahora, masculino y femenino, sino que había también uno tercero que participaba de estos dos, cuyo nombre perdura: el andrógino. Mitad mujer y mitad hombre, participaba de ambos sexos, cuatro piernas y cuatro brazos. La forma era en su totalidad redonda, su espalda y sus costados formaban un círculo. Caminaba de forma erecta, pero podía hacerlo para adelante o de para atrás. Pero un día los andróginos acordaron atacar al cielo. Entonces Zeus quiso fulminarlos con el rayo, pero no llegó a destruirlos, sino que los dividió. Como resultado no quedó muy clara la contraseña, pues la división no fue precisa; por lo tanto, es posible el gay, la lesbiana, travestis, heterosexuales y toda la variedad de conductas sexuales.
Muy diferente es el mito bíblico que hace referencia a prácticas sexuales, como en el caso de los ángeles que fueron enviados a Sodoma y Gomorra a la casa de Lot. Pronto llegaron los homosexuales preguntando: ¿dónde están los hombres que han venido a tu casa? Sácanoslos para que los conozcamos. Lot, a cambio de tal conocimiento, les ofrece las dos hijas para que hagan con ellas lo que quieran. Pero ellos no aceptaron y quisieron irrumpir en la casa, mas los ángeles los hirieron de ceguera. Luego estos le pidieron a Lot que abandonara la ciudad. Y ante la ciudad corrupta hizo Yave llover azufre y fuego desde el cielo. Destruyó estas ciudades y toda la hoya, y cuantos hombres había en ellas y hasta las plantas de la tierra. La mujer de Lot miró atrás y se convirtió en bloque de sal. Y las hijas emborracharon al padre para poder copular con él y tener hijos.
A diferencia del pensamiento científico que tiene la pretensión de hallar experiencias y expectativas, el mito percibe el mundo de manera diferente. Las creaciones míticas, según Freud, no son más que variaciones y disfraces de un tema psicológico: la sexualidad. Pero los intentos de explicar los mitos desde el punto de vista racional conducen a un territorio resbaladizo. El sociólogo opina que la explicación del mito no se encuentra en el mundo natural, sino que la sociedad es el verdadero modelo del mito. Otros estudiosos consideran que este no es pensamiento racional, sino que corresponde al mundo prelógico.
Es curioso cómo el hombre se considera en relación con la divinidad, cuestión que explica la conducta o la censura de las acciones. En el caso del mito del andrógino, lleva a una visión benigna de la sexualidad de los humanos, pues pretende dar una explicación de la homosexualidad, el lesbianismo, los transexuales y toda la variedad de conductas humanas, mientras que en el caso del mito bíblico, censura las conductas que se salen de lo que supuestamente debe ser la relación humana y, al mismo tiempo, esboza lo que es permitido, según lo planteado por el Señor del otro mundo.