Aunque el mundo de la moda está de luto con el fallecimiento de Karl Lagerfeld, sus comentarios misóginos, racistas, elitistas y gordofóbicos no dejan de estar en la memoria de muchas personas. No solo se trata del famoso “Kaiser de la moda” por sus largas temporadas en las principales marcas de moda, sino de lo que dejó tras su partida.
Por un lado, tenemos la famosa herencia del kaiser de la moda la cual parece estar destinada a su gata, Choupette, una siamesa blanca que también tiene una gran fama en redes sociales.
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Happy #FathersDay Daddy @karllagerfeld. Thank you for bringing me into the (fashion) world. ?
En el 2015 el mismo Lagerfeld afirmó que: "Ella tiene su propia fortuna, es una heredera”, sobre todo porque su fama no ha sido gratuita sino que ha sido modelo de grandes campañas y ha inspirado colecciones. Pero esto podría deberse a que el kaiser nunca tuvo hijos ni se casó, por lo que la 'niña de sus ojos' terminó siendo su gata, tanto así, que terminó organizando todo para que ella pueda seguir su vida de lujo incluso en su ausencia. Hay un problema con el tema de la herencia y es que en Francia, país donde vive el animal, no se le puede dejar una fortuna a un animal pues no figura como persona física y jurídica; pero en Alemania, el país natal del diseñador, parecer ser un cuento completamente distinto.
El tema es que Karl Legerfeld se encargó por todos los medios de dejar preparado al encargado de la gata para que jamás le falte nada, y le satisfagan sus deseos. De todas formas, la gata siempre cuidada como una reina, le hacían la manicura una vez por semana, comía en la mesa con los demás invitados y su pelo siempre estuvo como prioridad del día pues dos veces se lo cepillaban.
Lamentablemente el otro rostro de este magnate de la moda guarda las inolvidables veces que su odio brotó. Su misoginia salió a relucir cuando dijo que Coco Chanel no era feminista porque no era "lo suficientemente fea para serlo", o cuando le dijo a Carine Roitfeld, la editora del CR Fashion Book, que cargaba con una hija "fea" y que la labor maternal le correspondía únicamente a las mujeres y no a los hombres.
En una ocasión criticó al movimiento #MeToo afirmando que estaba cansado de ese movimiento feminista. Y su odio a la mujer se vio sorpresivamente fuerte cuando manifestaba ideas como "El respeto no es creativo. Chanel es una institución y tienes que tratar a una institución como a una puta, así luego obtienes algo de ella”.
La gordofobia de este hombre se dio a conocer cuando opinó sobre Adele y dijo que era muy linda pero que estaba muy gorda, y que a nadie le iba a interesar una mujer de ese tamaño porque solo sabían comer papas y estar sentadas en un sillón.
Innumerables hechos protagonizó este magnate de la moda, quien ahora, tras su partida, decidió dejarle la herencia a su gato. Tal vez jamás pudo con los seres humanos.