La empresa privada está haciendo en La Guajira lo que no han sido capaces de llevar a cabo los gobernantes y políticos, quienes se han dejado llevar por la corrupción durante toda la vida. Solo les falta robarse el aire y la luz del sol. Los problemas de la gente se resolverán cuando los gobernantes y políticos tengan la voluntad de cumplir con los propósitos de los recursos públicos.
El proyecto “Misión La Guajira” es un claro ejemplo de cómo la empresa privada puede generar soluciones efectivas y sostenibles para las comunidades más necesitadas, sin la intervención de políticos, gobernantes y autoridades tradicionales que, en muchos casos, han demostrado ser ineficaces y corruptos en la gestión de los recursos públicos.
Este proyecto, liderado por el Grupo Prisa a través de W Radio, Grupo Aval, Promigas, y con la colaboración de entidades públicas del gobierno nacional como DAPRE y DPS, ha transformado la vida de miles de personas en las comunidades wayúu, proporcionando acceso a agua potable, energía, seguridad alimentaria e internet, sin robar.
Desde su inicio en diciembre de 2023, “Misión La Guajira” ha seguido un enfoque participativo y respetuoso de la cosmovisión y el conocimiento ancestral de las comunidades wayúu, asegurando que las soluciones implementadas respondan a las verdaderas necesidades de la población. El proyecto se ha desarrollado en varias etapas, todas cruciales para su éxito: socialización, caracterización de las comunidades, concertación, ejecución, capacitación y sostenibilidad.
La socialización implica diálogo y sensibilización con las comunidades para explicar el proyecto, escuchar sus inquietudes y necesidades, y así ganar su confianza, asegurando su participación activa. Con la caracterización, se identifican las necesidades específicas de cada comunidad para diseñar soluciones a la medida y, posteriormente, concertar las acciones necesarias para garantizar el éxito del proyecto, haciéndolos sentir parte del mismo.
Durante la fase de ejecución, el acceso a agua potable, energía, seguridad alimentaria e internet se convierte en una realidad sin que se roben el dinero ni paguen sobornos. La capacitación es fundamental para asegurar la sostenibilidad de las soluciones implementadas, mediante programas de formación para que las comunidades puedan gestionar y mantener los recursos y sistemas instalados, garantizando su funcionamiento a largo plazo.
Pero, como nada es perfecto ni puro, siempre hay alguien que quiere dañarlo todo; es la naturaleza humana del inconforme. Por eso, la fase de sostenibilidad se centra en asegurar que las soluciones implementadas perduren en el tiempo, y que puedan seguir beneficiando a las comunidades wayúu, incluyendo el monitoreo continuo de los sistemas junto con apoyo técnico y financiero cuando sea necesario.
Para mejorar el acceso al agua, “Misión La Guajira” ha perforado nuevos pozos, instalado plantas potabilizadoras y sistemas solares fotovoltaicos. También ha promovido la autosuficiencia mediante el desarrollo de huertas comunitarias, la entrega de insumos agrícolas y la cría de ganado menor. Además, se han implementado programas de capacitación y asociatividad para fomentar hábitos alimentarios saludables y mejorar la producción local de alimentos. La conectividad a internet ha permitido a las comunidades acceder a información y servicios esenciales, mejorando la educación y las oportunidades económicas. ¡Y todo sin robarse ni un peso!
“Misión La Guajira” demuestra que es posible resolver los problemas de la gente actuando con transparencia, eficiencia y un verdadero compromiso con el bienestar de las comunidades. Ha generado un impacto positivo y duradero, sin necesidad de recurrir a los gobernantes, políticos y autoridades tradicionales corruptos que han fallado en su responsabilidad de gestionar los recursos de manera efectiva y honesta. ¡Sin robar!
La alianza “Misión La Guajira” es un modelo que los políticos y gobernantes deberían apoyar, para promover el desarrollo y solucionar los problemas de la gente sin robarse el dinero ni financiar políticos, sin sobornar a las autoridades tradicionales para permitir el avance de las obras, sin sobrecostos en los contratos para cubrir sobornos, y sin obras de ornamentación, sino sumando, construyendo y haciendo lo necesario para mejorar las condiciones de vida de miles de personas en La Guajira.