Nos encontrábamos en un viaje familiar en Jericó y el viernes santo mis hermanas de 21 y 23 años decidieron conocer juntas el Jardín Botánico del municipio, el resto nos quedamos en el parque del pueblo. En una parte donde el sendero se bifurca había un hombre con uniforme de bombero (camiseta gris, pantalón azul, gorra azul), ellas pensaron que estaba acompañando las diferentes actividades que se realizan en el pueblo en Semana Santa y le preguntaron cuál era el camino para seguir subiendo hacia el Cristo del cerro (El Salvador, creo que se llama), él les dijo que era el camino de la derecha.
Continuaron el camino, que estaba solitario, y se percataron que el hombre las seguía y de forma muy sospechosa se metía entre los arbustos, en un momento lo perdieron de vista y salió nuevamente delante de ellas, siempre al borde del camino. Una se dio cuenta que el tipo se había sacado el pene del pantalón y se estaba masturbando detrás de ellas, en ese momento se fueron corriendo para alejarse y él las siguió, diciéndoles que si no les gustaba y una zarta de vulgaridades. En ese punto el camino terminaba y quedaba una pared natural que ellas decidieron escalar para huir, arriesgando su vida.
Al llegar al cerro, donde se encuentra el Cristo, encontraron a una joven de los bomberos, con el mismo uniforme del atacador, le contaron lo sucedido, ella llamó a un supervisor y a la Policía. Les dijeron que eso ya había pasado en ese mismo lugar, que buscarían al tipo, les dieron un número telefónico y sugirieron que se bajaran por el mismo camino y si lo veían que llamaran. Obviamente ellas no querían bajar por ahí y pidieron un mototaxi. No hubo respuesta sarisfactoria y estamos seguras de que no cogieron al tipo.