En este país de absurdos, cree uno que ya no habrá sorpresas. Pero, nos despertamos todos confiados y... ¡pindambán! Un zipotazo aleve te parte la cara.
Frente a la noticia de que el MinTIC sancionó al colegio Tomasa Nájera, de Mompós, con casi 20 millones por dar clases a través de la emisora, no hay mucho qué decir...
Sí claro, el mismo ministerio en el que se tumbaron de frente setenta mil millones de pesos. ¡Hágame el favor!
Nos sancionan por usar la emisora Tomasa Nájera Estéreo 97.5 f.m., durante la pandemia para difundir nuestras clases, mientras nos exigían cumplimiento de horarios académicos virtuales, sin aportar un solo peso para medios.
¿Cómo no expresar nuestra indignación?
La emisora presta servicios de manera gratuita, no hay cobro de pauta publicitaria. Trabajamos con recursos del colegio y aportes de los miembros de la comunidad.
¿Cómo es posible? En este país de patas para arriba, en donde, como decía Enrique Santos Discépolo, en su canción Cambalache:
''Igual que en la vidriera irrespetuosa
De los cambalaches se ha mezcla'o la vida
Y herida por un sable sin remaches
Ves llorar la Biblia junto a un calefón''.