El presidente electo por el partido Centro Democrático ha dado a conocer varios nombres de las personas que serán sus ministros durante su mandato. Al revisar la hoja de vida y los antecedentes de los individuos que ocuparán cargos de gran relevancia para el desarrollo del país el panorama no es muy alentador, el sector privado cooptará el sector público en el gobierno entrante.
El 17 de junio, día en el cual Iván Duque ganó las elecciones a la presidencia, prometió en su discurso de victoria gobernar para todos los colombianos y hace poco también dijo que los nombramientos ministeriales se harían sin politiquería. Sin embargo, sus acciones nos hacen pensar otra cosa.
Casi todos los ministros de Duque tienen las mismas características: son economistas y abogados, la gran mayoría graduados de universidades privadas, han trabajado en gremios del sector privado o empresarial o han laborado al lado de Uribe.
Además, el presidente electo ha nombrado en los ministerios que tienen más presupuesto y relevancia para el país a varias personas que a mi parecer resultan cuestionables, teniendo en cuenta la responsabilidad que van a tener en estos cargos:
- Comencemos con educación.Duque eligió para este ministerio a María Victoria Angulo, economista de la Universidad de los Andes y exsecretaria de Educación de Bogotá. A primera vista la señora Angulo tiene una hoja de vida limpia, pero lo que preocupa es que también tiene como antecedente haber sido directora de Fomento de la Educación Superior del Ministerio de Educación durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe. Lo anterior, teniendo en cuenta que bajo el gobierno de Uribe, en pleno siglo XXI, no se hizo mucho para bajar las brechas presupuestales y de calidad de la educación rural y gratuita frente a la educación urbana y privada. Además, esto sumado a la defensa por parte de Duque en campaña del programa Ser Pilo Paga nos da señales de que durante este gobierno será difícil conseguir la consolidación de la educación como un derecho fundamental y no como un negocio lucrativo para los intereses privados.
- Para el Ministerio de Defensa, ente gubernamental que trabaja de la mano con las fuerzas armadas, el buen muchacho de Uribe Vélez nombró a Guillermo Botero, quien lleva quince años siendo presidente de Fenalco. Es de conocimiento público que el señor Botero es cercano al expresidente y tiene creencias profundamente conservadoras, lo cual podría pesar al momento de tomar decisiones trascendentales, especialmente cuando se trate de combatir a los grupos armados aliados con el narcotráfico. Se espera que haya mano dura en la guerra contra las drogas, fórmula bélica que se ha aplicado durante más de cuatro décadas alrededor del mundo y que aún no ha dado grandes resultados: no se ha podido ganar la guerra contra el narcotráfico.
Cabe decir que también me cuestiono su nombramiento porque ha sido un hombre que se ha desempeñado como representante de los empresarios y los comerciantes más acaudalados del país, en consecuencia su pasado profesional no otorga garantías de conocimiento en temas de inteligencia militar, conocimiento de las complejas estructuras, grupos y combos armados que hay en todo el territorio nacional, además de que por su estrecha relación con los empresarios más ricos del país, durante su ministerio puede haber algún tipo de favoritismo por atender las necesidades de este sector poblacional y no de los sectores marginados y vulnerables afectados por el conflicto armado. Esperemos que no sea así, pero ante la oleada de crímenes en contra de periodistas y líderes sociales no confío de la capacidad de un gerente que propone regular las protestas sociales en el país en medio de esta complicada coyuntura política y social que enfrenta Colombia.
- En el Ministerio de Hacienda se asignó a otro hombre de confianza de Uribe, Alberto Carrasquilla, quien ya tuvo este cargo durante el gobierno el expresidente durante 2003 y 2007. Él se conoce por ser un conservador en lo político y librecambista (neoliberal) en lo económico. Ha propuesto y sigue en firme en bajar el salario mínimo, privatizar Telecom y Reficar, y vender Ecopetrol. Además, está a favor de otorgar exenciones a las empresas, sin olvidar que durante su ministerio tomó medidas poco favorables para los ciudadanos pensionados. Y fuera de todo lo anterior, el futuro ministro de Hacienda se vio involucrado en los Panama Papers, por ello no es gratuito el apodo que Daniel Coronell le acuñó: el plutócrata.
- Por último pero no menos importante me referiré al Ministerio del Interior. Duque nombró a la mujer que actualmente se desempeña como presidenta de Asomóvil: Nancy Patricia Gutiérrez. Ella es una política “liberal” que en su momento apoyó a Pastrana y a Uribe en sus candidaturas presidenciales. También fue una de las fundadoras del partido Cambio Radical y senadora del mismo. Al igual que muchos otros politiqueros de este partido que públicamente apoyaron a Uribe Vélez, la señora Gutiérrez fue salpicada en investigaciones por parapolítica y tráfico de influencias en el DAS cuando fungía como senadora. Con estos antecedentes, el presidente electo nombró a la señora Gutiérrez como Ministra de Interior.
Podría seguir escribiendo y llenando páginas sobre los demás ministerios que nombra Duque haciéndole mandado burocrático a Uribe, pero no quiero aburrir al lector con tanta verborrea, creo que con los ejemplos que se han dado se puede esperar que este gabinete entrante estará en favor de las mismas élites políticas y económicas que han sumergido a Colombia en la violencia, la desigualdad y la pobreza.