Ministro de Hacienda, con todo el respeto que usted merece, permítame le digo lo siguiente:
1. ¿Es usted realmente idóneo para el cargo que desempeña actualmente acá en Colombia?
2. ¿En algún momento de su vida ha sabido qué es realizar un mercado (así sea para una sola persona); sin contar con pagos pendientes de arriendo, servicios, salud, transporte, entre otros; con el insignificante salario mínimo que el gobierno colombiano, a duras penas y con reajustes anuales de hambre (por no decir miserias), nos obliga descaradamente a medio subsistir? Porque ni siquiera nos permite obtener la calidad de vida a la que tenemos derecho como seres humanos, azotándonos a la vez con la tal inflación que cada día aumenta a pasos gigantescos junto con los dichosos impuestos (que solo nos afectan a los ciudadanos del común, sin rozar en lo más mínimo a los oligarcas, incluyendo a la clase política colombiana).
3. Mientras nosotros tenemos déficit de calidad de vida, ustedes los de la clase política navegan en abundancias, a costa del bolsillo de la clase popular, limitándonos a la vez de lo básico para vivir. ¿Alguna vez en su vida, le ha tocado acostarse sin comer nada y levantarse al otro día en las mismas condiciones a comenzar sus labores y finalizar su jornada aún con el estómago vacío? A mí sí... a mí sí que me ha tocado; porque con ese salario mínimo de hambre, acá en Colombia si se come no se puede pagar arriendo y mucho menos servicios públicos con esas tarifas tan enormemente altas.
4. Siéntese y con cabeza fría póngase en los zapatos de nosotros, los de la clase popular. Tire lápiz o, mejor, calculadora para que las cifras no lo vayan a engañar "como hasta el momento", que con esa cara de cinismo sigue con el descaro de afirmar que hay que reducir el salario mínimo acá en Colombia, dizque porque es de los más altos del mundo. Analice, señor ministro, que la bestialidad que desean cometer con nosotros, los colombianos, es la ignominia más grave; con el fin de que a ustedes les quede mucho más para meter al banco, a costa del bolsillo del pueblo colombiano.
5. No sea tan infame, que mientras usted está sentado ganándose un dineral por atropellar los derechos humanos de todo un país, nosotros tenemos que medio subsistir e indignarnos ante semejantes arbitrariedades y canalladas a que ustedes, como clase política, nos quieren someter.
