Después de la erizada de Amparo, Yamid Amat, logró erizar las neuronas de los colombianos, con una magistral clase de derecho, por televisión, dada por el nuevo ministro de Justicia. Un ministro liberal, que es godo. Paradoja, indiscutible. Lástima que quede tan poco tiempo, para que un hombre humano, inteligente y liberal, ayude a este país a cambiar sus godos paradigmas.
La erizada fue anoche. La altura intelectual y argumentativa, traída desde lo más selecto de la literatura, la sociología, la historia, la jurisprudencia y la hermenéutica, y de autores como Adela Cortina, Richard Rorty y Epifanio Mejía, citando su poema: La muerte del novillo, Gil, defiende la vida como derecho supremo, no solo de los animales humanos, sino de los animales, animales. Desde hace rato lo hace. En su calidad de Consejero de Estado, fue quien introdujo en la jurisprudencia colombiana, “que los animales dejan de ser cosas, para convertirse en seres sintientes. Derecho positivo y poesía, juntó el ministro.
Gil es un liberal, a pesar de su militancia en el partido conservador, porque entiende, entre otras cosas, el origen de la familia como un constructo histórico, no solo jurídico, la entiende en sus diferentes estadios; por eso frente a la pregunta de Yamid, con tranquilidad argumenta el ministro, desde Morgan, Lewis y Engels, para definir a la familia, desde la solidaridad, los sentimientos y los afectos. Adjetivos más poéticos, que jurídicos. Nunca define Gil, el matrimonio o la familia, como una sociedad.
Finalizo diciendo, que urge a los abogados de hoy, más historia, literatura y poesía. Necesitamos muchos Gil abogados, más proclives a las humanidades que a la ingeniería jurídica. Se es mejor, cuando se lee poesía, que nos hace más humanos, más justos. Un buen abogado permite el acceso a la justicia, fin último del derecho.
Prueba de los sentimientos animales, los encontramos en Epifanio Mejía y su poema: La muerte del novillo. No dudó Gil, Consejero de Estado, atender y entender que los animales tienen sentimientos. Que no son cosas, como lo establecía el código civil colombiano.
“Ya prisionero y maniatado y triste
sobre la tierra quejumbroso brama
el más hermoso de la fértil vega
blanco novillo de tendidas astas.”
Un acierto del presidente Santos. Un ministro por y para la vida.
