La rama ejecutiva del poder público en Colombia está conformada por la presidencia de la República, los ministerios, y los departamentos administrativos; actualmente, en el país hay 18 ministerios, cada uno con su respectiva nómina de personal.
Los ministerios que hoy tiene el Estado colombiano son: Interior, Relaciones Exteriores, Hacienda y Crédito Público, Justicia y del Derecho, Defensa Nacional, Agricultura y Desarrollo Rural, Salud y Protección Social, Trabajo, Minas y Energía, Comercio Industria Y Turismo, Educación Nacional, Ambiente y Desarrollo Sostenible, Vivienda Ciudad y Territorio, Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Transporte, Cultura, Deporte, y por último, el de Ciencia Innovación y Tecnología.
En su orden respectivo, la planta de personal de cada ministerio según respuesta a un derecho de petición enviado al departamento de la Función Pública son: Ministerio del Interior- 424 funcionarios, Relaciones Exteriores-1624 funcionarios, Hacienda y Crédito Público- 815 funcionarios, Justicia y del Derecho-354 funcionarios, Defensa Nacional- 690 funcionarios, Agricultura y Desarrollo Rural- 295 funcionarios, Salud y Protección Social- 728 funcionarios, Trabajo- 2272 funcionarios, Minas y Energía- 321 funcionarios, Comercio Industria Y Turismo-479 funcionarios, Educación Nacional- 332.338 funcionarios, Ambiente y Desarrollo Sostenible- 378 funcionarios, Vivienda Ciudad y Territorio- 400 funcionarios, Tecnologías de la Información y las Comunicaciones- 140 funcionarios, Transporte-745 funcionarios, Cultura- 314 funcionarios, Deporte-180 funcionarios, Ciencia Innovación y Tecnología- 140 funcionarios.
Y he hecho tal descripción a propósito de la radicación del proyecto de ley que crea el Ministerio de la Igualdad, en cuya cabeza estará la señora Francia Márquez, actual vicepresidenta, y con el cual se pretende combatir las amplias diferencias que hay al interior de la sociedad colombiana.
Crear tal instancia demanda contratación de personal, tener un espacio en el que desarrollar sus actividades y apropiar recursos para su funcionamiento, en resumen, incurrir en una serie de gastos que se pagan de los impuestos que el Estado recauda, para así cumplir con las directrices que desde allí se impartan.
Es una paradoja que mientras nos repiten una y otra vez que es preciso una reforma tributaria gracias a que las arcas del Estado están limpias y se requiere dinero para despilfarrarlo en subsidios, por otro lado, se les ocurra crear un nuevo ministerio que da la impresión, es para quitarse de encima un encarte, Francia Márquez, creándole su propio ¨trono¨, el Ministerio de la Igualdad.
La igualdad no son edificios ni burocracia, mucho menos discursos de deudas ancestrales; la igualdad es una conquista universal de la humanidad que dentro del Estado colombiano ha alcanzado una protección constitucional y legal que debería traducirse en acciones al interior de la sociedad.
Pretender que un nuevo organismo sea la respuesta para que los grupos marginados de la población tengan el reconocimiento que merecen, parece más algo estético que de fondo, normas legales en aras de hacer efectivo el derecho a la igualdad existen dentro del Estado, lo que sucede como siempre en Colombia, es que la norma no se aplica, sea por conveniencia, desconocimiento o simplemente indiferencia.
De aprobarse el proyecto de ley que da vía libre al Ministerio de la Igualdad, veremos la misma dinámica para proveer los puestos en las entidades públicas; detrás de bambalinas se desarrollará el tira y jale entre los distintos partidos de gobierno para nombrar sus cuotas políticas en los diferentes cargos, ya veremos a la doña quejándose de los mismos con las mismas, será el escenario perfecto para medir de qué realmente está hecho este gobierno.
Nota: Falta el proyecto de ley del ¨Ministerio de la Seguridad¨, más burocracia, más plata.