Los saqueos arrancaron, la indignación en las calles también. Encerrados en sus casas padres de familia de estrato 4, trabajadores independientes, ven a través de la única ventana de los estrechos edificios donde viven como el empieza a salir. Pasan la noche en vela, el encierro hace que las preocupaciones estallen. Es imposible concentrarse en nada que no sea los exiguos ahorros, las insuficientes reservas en la nevera. El desconcierto es total. Nadie sabe hasta cuando durará la cuarentena. La curva de contagio se inclina hasta llegar a ser una pared. En diecinueve días no se frenará el virus. Los más optimistas y realistas hablan de dos meses. Con un desempleo que llega a los 13 puntos, con una informalidad que cubre a más de la mitad de la población, va a ser inevitable estallido social.
Tengo un amigo que estudió historia conmigo, Javier vive en Sáchica, su pueblo, tiene una familia de dos hijos y se dedica a ser guía turístico. Una persona tranquila, sin odios y sin embargo le acabo de leer en su Facebook: Todos esos zoquetes de los medios , desde Bogota, muy cómodos en sus casas de la calera y el norte, con la nevera llena, sala de meditación, su carro seguro en el garaje y su cuenta bancaria repleta, se ven ridículos intentando hacer que la gente permanezca en la casa, personas que como yo dependemos por ejemplo del turismo, de los tours de fin de semana, como vamos a hacer?, no pertenezco a ningún subsidio del gobierno, estoy en datacredito, por lo que un préstamo es impensable, ninguna ayuda llegará para mi, por un titulo universitario el gobierno considera que soy clase media! yo tengo hijos y esta mierda se va poner feo, si me toca salir a saquear algún hp supermercado LO VOY A HACER gonorreas, que estalle el inconformismo por un gobierno y una sociedad de mierda , desigual hasta los tueatenos, prefiero morirme de su hp virus que seguir aparentando que las medidas son una rechimba!
Si, él es uno de sus padres de familia que no puede dormir, un padre de familia informado consciente de que este es apenas el principio. Las reservas se agotan y somos muy pocos los que podemos tener la suerte de contar con un empleo fijo, con un contrato laboral. Vamos a pagar el costo de los consecutivos y desastrosos gobiernos de Gaviria, Samper, Pastrana, Uribe dos veces, Santos y Duque. Ese es el costo del neoliberalismo. Las medidas sociales que está implementando el presidente son solo pañitos de agua tibia. Acá lo que debe haber es una redistribución del ingreso real, expropiar a unas cuantas familias y dejarnos de sentir orgullosos porque 5 colombianos están en las listas de millonarios de Forbes.
No puede ser que después del apocalipsis tan sólo queden los bancos. La gente, inconforme, va a salir a quemarlo todo. Dejarán atrás el insomnio y actuarán. Tomarán a la brava lo que el estado debió garantizarles siempre. El Coronavirus desató la verdad: en Colombia no hay clase media, hay ricos que pueden vivir de la renta y pobres que si dejamos de trabajar dos meses sucumbimos.