El reto para Millonarios FC en este 2024 era más que complicado. Obligado a hacer un buen papel en la Liga BetPlay y clasificado a la Copa Libertadores de América, se esperaba que el club capitalino diera de qué hablar por sus buenos resultados; pero después de 4 meses, no pudo con Palestino y Bolívar en el certamen continental, y en el torneo local clasificó con las uñas a los cuadrangulares semifinales. Desde la prensa y la hinchada, han responsabilizado del mal momento a jugadores y a la dirección técnica, y aunque tiene incidencia, lo cierto es que todo viene desde el plan deportivo del club.
⏱️ 90' Termina el compromiso en El Campín.
— Millonarios FC (@MillosFCoficial) May 9, 2024
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Y es que con el nuevo año y con las competencias que el cuadro embajador iba a tener, se esperaba que las altas fueran mucho más que las bajas, y fue así, pero no resultó como se esperaba. Hay que recordar que del club salieron Óscar Cortés, Luis Carlos Ruíz, Elvis Perlaza y Édgar Guerra, futbolistas de gran influencia en la plantilla; y llegaron Diego Novoa, Santiago Giordana, Danovis Banguero, Émerson Rodríguez y Daniel Ruíz. Se esperaba que los reemplazos equilibraran los vacíos del club; pero, en medio de lesiones y bajos niveles individuales, la plantilla se terminó reventando.
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Las lesiones no dieron tregua a la plantilla de Millonarios en 2024
Desde que Millonarios inició el semestre frente a Medellín en enero de 2024, el club ha sufrido más de 20 bajas por lesiones y, algunos de los futbolistas que han presentado problemas físicos, han recaído en sus molestias en más de 1 ocasión. El jugador que peor le ha pasado ha sido Mackalister Silva, el mediocampista más experimentado del club, quien se ha lesionado en 4 ocasiones; y en total, han sido más de 10 jugadores los que han tenido un “descanso obligado” en la plantilla, que, conforme pasan los días, parece más un hospital que un equipo de fútbol.
Así las cosas, y aunque los jugadores y la dirección técnica tienen responsabilidad directa en el mal momento del equipo, lo cierto es que desde inicio de año el plan deportivo no estuvo a la altura de un club que tenía que disputar 3 competencias en menos de 4 meses. Los refuerzos se quedaron cortos y, finalmente, toda la plantilla terminó reventada y Gamero, que tampoco ha sabido administrarla, tuvo que echar mano de juveniles que, aunque pueden tener mucho talento, no tiene la experiencia suficiente para enfrentar compromisos de tal envergadura.