Un millón de dólares diarios termina percibiendo la Empresa de Acueducto de Bogotá por el agua que le provee el Parque Nacional Chingaza. En efecto, este sistema natural le bombea un millón de metros cúbicos del preciado líquido a la capital. Paradójicamente, de los 365 millones de dólares que terminan en las arcas de esta empresa pública, el parque tan solo recibe la pírrica suma de 700 millones de pesos cada año; Sí, ni siquiera mensuales, si no, anuales.
Estos datos provienen de un sesudo estudio realizado por Parques Nacionales y revelados hace poco en un audiovisual realizado por la Universidad de los Andes. En aquel documento el reconocido investigador Gustavo González, entrevista al funcionario de Parques Nacionales, el biólogo Carlos Lora Gómez.
Entre los dos develan una realidad muy poco conocida. Por ejemplo, Chingaza es la fábrica de agua, gratis, que termina por aportarle el 80 por ciento del líquido que consumen los nueve millones de habitantes que en promedio vivimos en Bogotá. Cuentan los expertos que si no existieran las 80 mil hectáreas de este parque, la Empresa de Acueducto de Bogotá prácticamente no existiría y los bogotanos morirían de sed. Bogotá se bebe el agua de La Calera, Guasca, Choachí y Fómeque.
El Parque Natural Chingaza se encuentra ubicado en la Cordillera Oriental de los Andes; allí está el embalse de Chuza que es prácticamente el corazón del bombeo de H2O para la capital; también lo comprenden 40 lagunas naturales de origen glacial y una de las mejores capas naturales de musgo (con ocho especies diferentes), flora que puede absorber hasta 40 veces su peso para guardar agua y después dejarla escapar a los afluentes.
Si se quiere, de los 19 municipios que comprenden Chingaza, quien los representa es Fómeque; pero he aquí otra paradoja, los investigadores dan cuenta que los propios campesinos de Fómeque sufren porque su acueducto tiene problemas de abastecimiento.
El parque ya sufrió por más de 70 años la explotación de su suelo por la reconocida compañía Cementos Samper, que ahora pasó a hacer parte del grupo económico CEMEX. Todo indica que esta cementara se dio cuenta la importancia de la vida del parque para los colombianos que decidió donar a Parques Nacionales sus propiedades en Chingaza.
Pero esto no es todo. Tanto los expertos de la Universidad de los Andes como de Parques Nacionales, le hacen un reclamo al gobierno de turno para que no entregue licencias ambientales de minería en la alta montaña. Así mismo, que Chingaza reciba de la Empresa de Acueducto de Bogotá de verdad una retribución que contribuya a la vida de la región, que fortalezca las instituciones de sus municipios, sus procesos sociales y su desarrollo económico y no la miseria anual de todo cuanto gana con el agua de todos.
Vea la publicación en UniAndes