Francisco* y Gustavo* son dos excombatientes del conflicto armado en Colombia, el primero desmovilizado de la guerrilla, y el otro exintegrante de las fuerzas militares. Ambos sufrieron las consecuencias de esa guerra y hoy tienen huellas imborrables en sus cuerpos; fueron víctimas de minas antipersonales. Hoy día dejaron las armas e integran DISFAD (Discapacitados con Fe y Amor por el Deporte), un equipo de voleibol sentado.
Cuando estaba en la guerrilla, Francisco anhelaba retirarse para estar con su esposa y el hijo que venía en camino, pero por temor a las consecuencias que esto pudiera traer sobre su vida y la de su familia no lo hacía. Sin embargo, un día encontró la salida. Desafortunadamente para él no fue la mejor manera de hacerlo.
Mientras patrullaba una zona del campo en la que se encontraba la columna guerrillera que integraba sus compañeros no lo alertaron de las minas que habían instalado y pisó una de ellas, perdiendo su pierna izquierda, razón por la cual pudo reintegrarse a la vida en sociedad y fue así como encontró la posibilidad de regresar a la zona urbana con su esposa y su hijo.
De acuerdo con la Dirección para la Acción Integral contra minas antipersonal, en Colombia entre 1990 y julio del 2015 hay 11.140 personas víctimas de minas antipersonal, en lo corrido de este año van 119. Del total de víctimas el 61.7 % (6.870) pertenecían a la fuerza pública y el 38.3 % (4.270) eran civiles. Antioquia, Meta, Caquetá y Nariño son los departamentos con mayor número de víctimas de minas antipersonal en Colombia.
Como es común en muchas zonas rurales de Colombia, donde se vive el conflicto armado, la guerrilla siembra minas antipersonales para replegar las operaciones militares de las fuerzas armadas. Mientras desactivaban de manera controlada varias de ellas, un compañero de Gustavo, por error, pisó una y quedó herido. Él acudió a auxiliarlo y mientras trataba de salvarle la vida también fue víctima de otro artefacto que explotó y ocasionó la pérdida de su miembro inferior derecho.
Ambos excombatientes, y en situación de discapacidad, encontraron en un equipo deportivo de voleibol sentado la posibilidad de reconciliar sus diferencias e integrar un mismo equipo; ahora sus diferencias las intercambian a través de un balón y demuestran que la reconciliación es posible.
DISFAD surgió como un equipo que integraba a discapacitados de las fuerzas militares para la realización de practicas deportivas, pero con el paso del tiempo el grupo se fue abriendo para integrar a personas de la sociedad civil, exguerrilleros, exparamilitares y expandilleros, donde dejó de importar de dónde son, de dónde vienen y lo único que importa es compartir el mismo objetivo y un norte en común: el deporte, así lo afirma Fernando Aguirre, integrante y representante del club deportivo.
Aguirre asegura que, a través del deporte, se aprende a manejar las rencillas de una manera diferente:“Es muy interesante cuando el deporte es el medio por el cual vas a cambiar una diferencia de opinión con otra persona, se perdona, se juega, se divierte, se compite y se saca lo mejor de cada ser humano”.
Por su parte, Gustavo expresa que hoy en día los exguerrilleros y exparamilitares que juegan con él los considera sus amigos: “Al principio nuestras vidas fueron diferentes, pero ahora somos rivales o compañeros de juego. Es bacano porque es un enfrentamiento sano, se juega, se divierte, se gana, se pierde pero no se hace un daño físico”.
Francisco coincide con la posición de Gustavo y dice que en DISFAD encontró lo que no le brindó la sociedad, amistad y compañerismo.
El pasado 20 de marzo, el club deportivo DISFAD fue premiado en la ciudad de Cali como ganadores en la categoría de adultos por RecOn, un proyecto de la Federación Nacional de Personeros –FENALPER- que premió iniciativas de innovación social que permitan generar mayor bienestar y felicidad para los colombianos a través de propuestas que trabajen en la construcción de reconciliación.
El próximo martes, 21 de julio, en Cali DISFAD, FENALPER, RecOn y la Personería de Cali con el apoyo de la Embajada de Suecia, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD- y la Alcaldía de Cali lanzarán la III Copa de Voleibol Sentado “Integración con Inclusión”.
En este evento, por primera vez en Colombia, se hará una exhibición de un partido de voleibol sentado en un espació público al aire libre, el escenario será ubicado en el bulevar del río Cali al lado de La Ermita. En el marco de esta actividad, ONU Colombia presentará en Cali la campaña Respira Paz, la cual invita a las y los colombianos a reflexionar antes de actuar manejando de manera positiva las situaciones que se presentan en la vida cotidiana, aportando así a la construcción de paz desde su entorno.
El personero de Cali y presidente de FENALPER, Andrés Santamaría, manifestó que “esta exhibición pretende mostrar que con iniciativas como DISFAD y RecOn Colombia es capaz de reinventarse y que es posible que juguemos todos en el mismo equipo, tener en una misma cancha a personas que antes se enfrentaban en la guerra es un gran ejemplo de reconciliación y demuestra que es posible un futuro distinto”.
La Copa de Voleibol Sentado se realizará en Cali del 27 al 31 de julio y participarán 12 equipos de todo el país integrados en su mayoría por excombatientes del conflicto armado.
*los nombres de los protagonistas fueron cambiados para proteger su identidad.
