Javier Milei, el candidato presidencial de La Libertad Avanza que podría ganar las elecciones en Argentina, tiene cuatro perros que se llaman Murray, Milton, Robert y Lucas. Todos se llaman como famosos economistas y todos son mastines ingleses, una raza que puede llegar a medir 91 centímetros y pesar unos 100 kilos.
El economista y político que se hizo famoso como influencer, Javier Milei, suele referirse a ellos como sus hijos y les ha dedicado sus triunfos electorales, como cuando fue electo senador en 2019 o el candidato más votado en las primarias de 2023. Entonces, con más de siete millones de votos, pudo demostrar que su enorme poder en redes sociales sí se traducía en votos en las urnas.
Sergio Massa, el candidato del kirchnerismo, será su adversario en la segunda vuelta (ballotage). En las primarias de agosto quedó tercero con más de cinco millones de votos y, el mes pasado, en primera vuelta logró nueve millones y medio, casi el doble. En esta segunda elección Javier Milei se mantuvo con una cantidad similar, poco menos de ocho millones.
Milei tiene a sus perros desde hace cinco años y al tratarse de una raza que puede crecer tanto acondicionó la sala de su casa para ellos, para así prevenir posibles peleas. Dividió el espacio en cinco habitáculos y atornilló ganchos en el piso para poner ahí las correas, apenas dejó un pequeño espacio para poderlos alimentar. Los perros defecaban y orinaban allí.
En un podcast del diario El País y del medio Anfibia de la Universidad de San Martín, la periodista María O’ Donell de Clarín entrevista a una de sus vecinas. Ella cuenta que cuando Javier Milei subía al ascensor espantaba a todos con su olor. Que incluso su hermana Karina, que siempre se destacaba por su impecable presentación, salía del hogar impregnada del fuerte aroma canino.
Los cuatro canes tienen un mismo origen en un mastín inglés llamado Conan que durante años habría salvado a Milei de la soledad y la depresión. El detalle que muchos de sus seguidores desconocen es que este can, a quien Milei se refiere como un perro muy presente, falleció hace años. En realidad, sus cuatro mascotas son clones de Conan creados por una empresa neoyorkina llamada PerPETuate.
Su relación con sus mastines es lejos de ser normal. Para Milei, según cuenta el periodista Juan Luis González en el prólogo de su libro El loco, Conan no está muerto, sino que sufrió una “desaparición física”. Simplemente fue a sentarse al lado del “número uno”, que es como el candidato se refiere a Dios.
Así que cuando Milei se refiere a Conan, podría estar hablando de recuerdos del pasado o referirse a los cuatros canes clonados que él encargó para reemplazarlo. Por ejemplo, cuando hace años los canes se pelearon y uno de ellos lo mordió en el brazo, el candidato explicó en medios de comunicación que había sido mordido por Conan.
La extraña relación de Milei con su perro Conan
Hace años Javier Milei era un hombre solitario, de pocos amigos; pero también era lo que podría considerarse una persona relativamente estable. Es más, comenzó a hacer sus primeras apariciones en televisión en 2015, el escenario donde se creció como personaje nacional.
El jefe de Milei era un empresario aeroportuario cercano al kirchnerismo (Eduardo Eurnekián) que le había declarado la guerra a Mauricio Macri y que en un intento de provocarlo empezó a llevar al ahora candidato a programas de televisión, para que criticara al gobierno y explicara sus teorías económicas.
Entonces, el público comenzó a conectar con el discurso de Javier Milei y eso se reflejaba en los ratings de los programas que visitaba.
Milei apenas empezaba a descollar como figura pública en la televisión cuando se enfermó su querido perro Conan. Le dio un cáncer de columna. Angustiado Milei lo llevó a cuanto veterinario pudo, al tiempo que empezó a pensar en la posibilidad de una clonación. También buscó a un parapsicólogo y a un telépata, quien supuestamente podía leer la mente del animal.
Encontró en internet una empresa neoyorkina llamada PerPETuate (perpetuar, en español) y encargó a los “hijos de Conan”. La clonación de los canes le costaba 50.000 dólares, que superaban por mucho ese sueldo que podía tener como empleado de Eurnekián en la empresa Aeropuertos Argentina 2000.
Un domingo de 2017 Conan murió en su apartamento del barrio de Abasto, en el mismo lugar donde un año más tarde Milei amarrará al suelo las correas de los clones.
La salud mental de Milei durante las elecciones en Argentina
En una de tantas entrevistas, mientras Milei hablaba, le pusieron una foto de un mastín inglés que no era su perro fallecido. El candidato se puso a divagar como un nene chiquito y a repetirle constantemente al conductor del programa “¡mirá a Conan, mirá a Conan!”, sin poder sacar sus ojos de la pantalla del estudio.
Su desvarío duró por los próximos 18 minutos, se convirtió en un meme de internet y hasta tuvo una parodia del humorista John Oliver del canal estadounidense HBO.
Es que después de la muerte de Conan, la vida de Javier Milei cambió bastante. Su hermana Karina, en medio del desespero de no saber cómo acompañarlo, estudió para convertirse en su médium personal y poder ser ella quien recibiera las señales que el perro estaría mandando desde el más allá. El economista empezó a decir cosas cada más desopilantes, como que había visto tres veces la resurrección de cristo o que tenía una misión encomendada por el número uno. Ese mandato era ser presidente de Argentina y no podía parar hasta conseguirlo.
En uno de sus programas, el periodista Jorge Lanata –un influyente periodista de radio y televisión–, explicó que si uno de los posibles presidentes de Argentina es un tipo que habla con su perro muerto a través de una médium, eso quiere decir que el tipo puede ganar. Porque la adhesión de sus seguidores hacia él es completamente irracional.
Los desvaríos de Javier Milei no sólo aparecen cuando habla de Conan o de los cuatro clones como si de alguna manera fueran una representación de la mascota original, también se han potenciado en las últimas dos semanas, luego de que perdiera la primera vuelta electoral.
El candidato pasó de ser el ganador de las primarias con el 29% de los votos, a quedar en Primera Vuelta de segundo con el mismo porcentaje. Parece que el influencer tocó techo y no puede crecer más.
En las últimas semanas, los desvaríos se potenciaron y de la misma forma que entró en corto circuito en aquella entrevista con la foto del mastín inglés, Milei dijo en otra entrevista que escuchaba voces en un estudio donde, según demostraron otras grabaciones que luego se filtraron en internet, nadie más estaba haciendo ruido.
Pareciera como si por primera vez se estuviera dando cuenta que existe una posibilidad de que pueda no llegar a ser el presidente de Argentina y que eso no sólo representaría una derrota para él… sino una traición para los cinco Conans.
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