No deportar a Colombia a la comitiva negociadora del ELN que vive en La Habana desde el cierre de las mesas de negociación por el atentado a la Escuela de Cadetes en Bogotá, el 17 de enero del 2019, ha sido la principal tensión en las relaciones entre el gobierno de Iván Duque y el de Miguel Diaz-Canel, garante del proceso de paz con la Farc.
Para el gobierno colombiano los negociadores del grupo guerrillero son terroristas y, por ende, no deben ser cobijados por ningún tipo de inmunidad como lo establecen los protocolos de negociación acordados en el 2011 y que están amparados por el gobierno noruego.
En una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba y titulada "Por la paz en Colombia: compromiso, coherencia y responsabilidad", el gobierno de Diaz-Canel se pronunció en reacción al trato que, por parte del gobierno de Iván Duque, se le dio a la información suministrada entre altos mandos diplomáticos que consideraba un presunto ataque terrorista del ELN en Colombia, según información confidencial de la Embajada de Cuba en Bogotá. Dicha declaración deja en claro que hay tensión en las relaciones.
"Observamos entonces con sorpresa que un asunto de seguridad, de la mayor sensibilidad, tratado con la mayor discreción y urgencia por parte de nuestro país, fuera entregado inmediatamente en manos a los medios de comunicación. Veinticinco minutos después de presentado el Memorando por Cuba, ya la prensa de Colombia utilizaba la información y publicaba una copia del propio documento". Se lee entre sus líneas.
Aquí puede leer la declaración completa.