Faltan pocos días para que los ciudadanos de Colombia acudan a la cita democrática, en la que tendrán múltiples opciones de marcar una X sobre una de las fotos de los aspirantes a ocupar la Casa de Nariño.
Ha sido una campaña destacada por la extrema polarización, la censura por razones ideológicas, y hasta la violencia generada por grupos armados ilegales, producto del miedo que generaría la llegada de un personaje u otro.
En medio de esa tormenta política y la incertidumbre de saber si continuará un representante del neoliberalismo o llegará el sujeto que promete cambio significativo en la política y el ambiente del territorio, está apareciendo como uno de los favoritos el ingeniero civil Rodolfo Hernández, un octogenario nacido en el departamento de Santander, en un hogar de clase baja y hecho profesional a pulso.
Se caracteriza por su fuerte personalidad típica de los procedentes del oriente, sin miedo a expresar su pensamiento, gran parte de su vida la ha dedicado a crear empresa en el área de los bienes raíces en Bucaramanga y otras zonas del país, además de eso, fue elegido alcalde de esa ciudad para el periodo 2016-2019, en ese tiempo tuvo que navegar en medio de la marea creada por líderes tradicionales que perdieron su espacio gracias al voto ciudadano, a tal punto de ser destituido del cargo durante varias veces. Afortunadamente finalizó su mandato municipal invicto pese a las circunstancias.
Hernández quiso aventurarse en el camino de llegar a la Presidencia, una labor muy difícil, teniendo en cuenta que no es lo mismo gobernar una ciudad de 500.000 a una nación de 50.000.000 de habitantes, que ha vivido durante siglos los estragos del conflicto armado entre guerrilla, paramilitares, agentes del Estado y ciudadanos, el cual ha dejado cientos de muertos y una mala reputación internacional.
Sin embargo, él está asumiendo el reto de hacer campaña por todo el país, indudablemente ha generado empatía en miles de personas cansadas de gobiernos que han lacerado la dignidad y honra de la ciudadanía de escasos recursos, y de otras tantas temerosas de un líder revolucionario que expone propuestas de transformación social.
La consigna del candidato santandereano es gobernar sin corrupción, con austeridad en gasto público, reducción de la pobreza, reactivación económica, entre otros.
Según las últimas encuestas, el ‘inge’ está a pocos puntos de superar al candidato del Equipo Por Colombia Federico ‘Fico’ Gutiérrez, y de marcar mínima diferencia con el aspirante del Pacto Histórico Gustavo Petro Urrego, este último el más opcionado para ser el sucesor de Iván Duque Márquez, pero todo puede variar en los próximos días, ya que RH pegaría la remontada en estos comicios.
Mientras los seguidores de las dos campañas favoritas se rasgan las vestiduras, sacan los trapos al sol y hasta se insultan, el viejito tendría posibilidad de acercarse a la emblemática casa presidencial sin hacer tanto escándalo y al estilo del santandereano de cepa, o quizá logre una curul en el Capitolio por motivo del Estatuto de Oposición, y desde allí pueda conducir por buen camino a la amada Colombia.