El 19 de noviembre en Argelia, Cauca, el Ejército entró disparando con armas de fuego. Un campesino de 22 años murió y hubo seis heridos. No había enfrentamientos con la guerrilla en ese lugar y el territorio estaba bajo control del Ejército que llegó en 35 camiones.
En el siguiente video se aprecia cómo disparan a los campesinos y uno de ellos recibe un tiro en una de sus piernas mientras otro campesino, Miller Bermeo, muere. ¿Quién está halando el gatillo? ¿Qué paso? ¿Este campesino muerto no merece la atención del país? ¿El país se conmociona por los muertos de París, pero este campesino asesinado no importa?
El Ejército ha dicho que se trataba de operativos contra el narcotráfico, pero no pueden ahora salir a llamar “narcotraficantes” a campesinos que sobreviven del cultivo de la hoja de coca y mucho menos dispararles. Algunos saldrán a decir que “no se sabe quien disparó”, otros dirán que “es territorio de las Farc, seguro ellos fueron”. Finalmente desde el Gobierno se dirá “abriremos una investigación” y, al final, todo quedará en nada al igual que en el Catatumbo en 2013 donde fueron asesinados cuatro jóvenes por disparos del escuadrón ESMAD.
A Miller Bermeo lo mató un disparo cuando empezaba a vivir; una familia del Cauca perdió a su hijo y una comunidad campesina. Ya no solo sigue en la pobreza, sino que ahora está aterrorizada. Mientras las conversaciones en La Habana avanzan y la paz se ve cerca, el Ejército entra a Argelia como un escuadrón de ocupación, intimidando campesinos, acantonando cerca de las casas y disparando a matar.
El Gobierno aún piensa que para terminar con los cultivos de uso ilícito hay que fumigar, desplazar e intimidar campesinos en zonas de pobreza. ¿Qué hará un campesino que le quitan los cultivos de coca? ¿En zonas campesinas pobres sin vías, salud ni educación la solución para eliminar los cultivos de uso ilícito es fumigar con el cancerígeno glifosato? El Gobierno aún no entiende que es inevitable que se desarrollen los cultivos de uso ilícito en un campo donde la pobreza multimensional (según el Censo Agrario del DANE) es del 45 %; donde el 41 % de los 113 millones de hectáreas de uso agrícola está en manos del 0,4 % de propietarios, y donde los grandes regiones campesinas no tienen salud, educación, vías ni agua?
Le pregunto a Juan Manuel Santos y al gobierno: ¿No será que los cultivos de uso ilícito crecen en Colombia porque la miseria campesina no se resuelve? Mientras tanto, en Argelia los campesinos siguen pidiendo programas integrales de sustitución de cultivos donde ellos sean incluidos en la planificación y ejecución, pero el Estado responde con militarización y disparos. Lo cierto es que las agresiones del Ejército y la actitud de oídos sordos del gobierno a las propuestas de sustitución de cultivos de uso ilícito están gestando el incremento de la protesta que hoy mantienen las comunidades agrarias de Argelia. Se ve venir una movilización de alcances parecidos a la del Catatumbo 2013.