Con sorpresa nos encontramos con la decisión del Consejo Académico de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, de cerrar las admisiones en el segundo semestre de 2023 para cuatro carreras, tres de la Facultad del Medio Ambiente y una de la Facultad de Ciencias y Educación. El único argumento que esgrimen, son unas cuentas internas de disminución de admitidos, que nada tienen que ver con lo exigido por el Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (SACES) pero que ponen como si lo fuera. Es una decisión tomada sin argumentos de fondo y desconociendo de manera autoritaria y arbitraria la trayectoria e importancia de estos programas.
En el caso de la Licenciatura en Física, (un programa que actualmente tiene Acreditación de Alta Calidad emitida por el MEN), no hubo consulta, ni advertencia previa al Consejo Curricular de ese programa, ni a nadie de esa comunidad, como tampoco estudios que demuestren la necesidad de cerrarlo. Simplemente, decidieron borrar de un solo plumazo 50 años de tradición y dejar aún mas grave la situación de la escasez de profesores formados para enseñar la física, lo que ya es un problema en muchos colegios del país, en donde no les queda mas remedio que permitir que ingenieros, matemáticos, físicos puros, o en general cualquier profesional acabe enseñando la física, con claras consecuencias negativas para la sociedad.
Cabe resaltar que de los 508 programas de formación de profesores que hay en el país, solamente 17 tienen la Acreditación de Alta calidad, uno de ellos es la Licenciatura en Física. Esto da cuenta del impacto que se ha logrado demostrar, tanto en la formación de profesores de física que se destacan como profesionales idóneos en los colegios y universidades del país, como en la gestión y desarrollo de investigación en campos de conocimiento específico que ofrecen cada vez mejores perspectivas para nuestros egresados, además de que históricamente hemos contado con los recursos humanos, financieros y de infraestructura suficientes para funcionar, y al parecer, de repente ya no los hay.
Valga resaltar que de este programa han salido figuras importantes en el campo de la física y de la docencia de la física, que han ganado diversos premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional, como la Medalla Maxwell de Alexandra Olaya, el reconocimiento del MEN a la innovación pedagógica, entre otros. Se han desarrollado 25 ediciones del evento académico “Semana de la Enseñanza de la Física” con reconocimiento nacional e internacional, se tienen 7 grupos de investigación con resultados reconocidos de alto impacto en diversas partes del mundo.
Al analizar el acta de aprobación de esta decisión (https://drive.google.com/file/d/18osuoc7tt_VhXviNTMNjZIszuol39pHt/view?usp=sharing), se ve claramente que al Consejo Académico le hizo falta analizar las condiciones de contexto en las que se ha disminuido el número de matriculados en estas carreras. Debía tenerse en cuenta que es un fenómeno en todo el país, por efecto de la Pandemia y la Post pandemia que ha atacado a casi todas las universidades públicas y privadas del país, cuya acción inmediata debería ser reformular estrategias de difusión y desarrollo para todas las carreras que ofrece la universidad, en vez de cerrar cupos.
Tampoco mencionan ni consideran que, al interior de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, se esta viviendo una modificación estructural direccionada por el Consejo Superior Universitario (CSU), que desconoce los procesos de construcción de la Reforma que fue propuesta con participación democrática en las Asambleas Universitaria y Constituyente instaladas por el mismo CSU en otros momentos.
Que una de sus acciones de modificación académica fue la creación de la nueva Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas, aprobada según uno de sus gestores, como “un Proyecto piloto de reforma académica” y ciertamente aprobada sin haber destinado los recursos para su funcionamiento (ni humanos, ni financieros, ni de infraestructura), situación que la administración ha ido resolviendo paulatinamente en la medida en que van “trasladando” recursos de la Facultad de Ciencias y Educación para la nueva facultad, absorbiendo profesores de planta, espacios de laboratorios, etc. Situación que necesariamente tiene un impacto negativo en la Licenciatura en Física y en todas las Licenciaturas de la Facultad.
En dicha acta se observa, además, que por alguna razón que no explican, comparan las admisiones en los programas de Licenciatura en Física, con los de la nueva carrera de Física pura y concluyen que se debe revisar la pertinencia curricular del programa de formación de profesores, y sin hacer la mencionada revisión, acto seguido deciden cerrar las matrículas. Pareciera que consideran que en vez de licenciados se pueden formar en ciencias puras como si fuera lo mismo y como si se pudiera reemplazar la una con la otra, en una aparente ignorancia de las fundamentales diferencias epistemológicas de los dos programas de formación.
Con todo y estas condiciones la Licenciatura en Física recibió en el semestre pasado a 28 estudiantes. Esta cifra no es cero, ni 5, ni 10, es un número con el que se puede trabajar perfectamente. Es claro, que se debe incrementar, para lo cual en nuestro programa llevamos ya adelantados ciertos procesos, cuyos resultados se tendrán que ver en lo que viene. El asunto es que el Consejo jamás preguntó qué se está haciendo y ni siquiera ofreció opciones de apoyo, solamente se manifiesta para castigar. Entre las acciones que ya se encuentran andando, están, la apertura de las visitas guiadas a la Facultad, el ofrecimiento de charlas y talleres de interés en los colegios, la creación y puesta en marcha de una campaña publicitaria, la creación de un Club que integrará jóvenes de los colegios de Bogotá, y por supuesto, el fortalecimiento de nuestra autoevaluación para seguir siempre mejorando.
Finalmente queda una pregunta que debemos respondernos como sociedad ¿Cómo vamos a tener científicos en nuestro país, acabando con los programas de Formación de Profesores de Ciencias?
