En el año 2016 Reino Unido votó un referéndum para conocer si sus ciudadanos querían que la isla saliera de la Unión Europea. El resultado fue de 52% a favor de la salida. Desde ese entonces Theresa May y ahora Boris Johnson han intentado por diferentes medios lograr el divorcio, pero han fallado en múltiples ocasiones.
Theresa May fue hasta hace poco la primera ministra del Reino Unido. Y si bien ella logró un acuerdo con Bruselas para el brexit, este no fue apoyado por el Parlamento Británico, lo cual generó tres escenarios: el primero, volver a negociar un acuerdo con la Unión Europea, cosa que se ve poco probable dadas las posturas de gran parte de los países miembros; el segundo, una salida sin acuerdo y el tercero, no salir del conglomerado europeo, esto se lograría con una votación a favor en un segundo referéndum.
May nunca logró que el Parlamento aprobara su acuerdo y por tanto hace algunas semanas renunció a su puesto. En ese punto Boris Johnson llegó al poder. Johnson fue un importante promotor del brexit y sus ideas son mucho más radicales. Su postura es lograr un acuerdo excepcional con la UE o salir sin acuerdo.
En los últimos días, mucho revuelo se ha levantado en la isla dado que Boris está determinado a divorciarse sin acuerdo. De hecho, ha llegado al punto de extender las vacaciones de los legisladores hasta tan solo días de la fecha de divorcio, 31 de octubre, buscando con ello impedir que sus opositores pudieran bloquear esa salida.
Sin embargo, su idea se ha ido borrando, dado que en una rápida movida los miembros del Parlamento han pasado un bill que busca posponer la fecha del brexit hasta enero del próximo año. Esto lo han logrado usando todos los miembros de la oposición e incluso algunos miembros del propio parte de Boris, aunque aún falta que este pase por la Cámara de los Lores para que sea una realidad.
Gran malestar ha causado este bill en Johnson. Ha amenazado con convocar elecciones extraordinarias para el Parlamento con el fin de bloquear este intento, pero los miembros del mismo le han dado la espalda. Incluso se conoció que Jo Johnson, su propio hermano, renunció a su puesto en el Parlamento y a su ministerio mostrando su postura contraria.
La libra, moneda de Gran Bretaña, ha reaccionado al alza dado que se ha generado mucha incertidumbre y miedo alrededor de las consecuencias negativas que sufriría la isla al salir de la Unión Europea sin acuerdo. Por ahora parece que la fecha de divorcio se extenderá por unos meses, vuelve un poco la calma para la isla, pero aún falta mucho por verse y cualquier cosa puede pasar.