Ha sido violenta, agresiva, insufrible la campaña para Congreso y presidencia de la República en el periodo 2022-2026. Las más bajas pasiones fluyeron sin ningún esfuerzo, estuvimos lejos de propuestas argumentativas serias, y casi estuvo a punto el intento de magnicidio contra el candidato más molesto y estorboso de todos, aunque, su rival de segunda vuelta, para acaparar el mundo de los medios y evitar un debate con su contrincante, se voló a los Estados Unidos, so pretexto de un intento de asesinato en su contra. Mala mentira, más credibilidad tiene la teoría conspirativa de los Annunakis y los Iluminatis. Otra de vaqueros Ingeniero.
Así como llega la tempestad llega la calma, aunque es una calma chicha, pues, a solo unos pocos días de finalización de la campaña, ya los perros andan mostrando sus afilados dientes y botando espumarajos contra el líder vencedor y sus seguidores. El alcance de la campaña de desprestigio fue realmente asombroso, aunque más asombroso fue el hecho de que buena parte de la ciudadanía decidió, con plena voluntad, acompañar la campaña que buscará transformar la vida de los denominados por la vicepresidenta electa como “nadies”,
Los medios más mentirosos y acomodados se han venido despachando de manera sutil contra el nuevo gobierno aún no posesionado. Que el precio del petróleo, que el alza del dólar, que la gran cantidad de pasaportes que han venido sacando los colombianos en estos días poselección, ¡tan sobreactuados!, que patatí, patatá…
Es así como el temor se sigue proponiendo como estrategia; en otras palabras, emiten un poco inteligente y trasnochado mantra: “vámonos, que aquí nos llegó el comunismo castrochavista”, mientras entretejen nuevas mentiras para poner los nervios de punta a los colombianos. Están generando un estado de opinión para desacreditar al nuevo gobierno desde antes de la posesión. La prensa colombiana en buena medida se regocija interponiéndose como barrera contra la democracia, pues, considera que, en medio de este statuquo, el antipluralismo político es menos peligroso que esas “nuevas” maneras de ejercer el poder desde los populismos socialdemócratas (aquí no aludo al populismo desde el punto de vista peyorativo).
Ya han salido a los medios a declarar cualquier sartal de improperios y mentiras, no en vano, la maestra del vilipendio, senadora Cabal, o la opinión espuria e inmadura de Turbay, o la visión pesimista y adolorida de un Edward Rodríguez ¡citico!, o los pseudoanálisis acongojados y suspirosos de Fernando Londoño en su Hora de la “verdad”, o la bilis rabiosa de “periodistas” como Salud Hernández-Mora o Andrea Nieto, ponen al Centro Democrático como la vasija donde se depositan todos los memoriales de agravios llenos de ajenjo y cicuta, ¡vaya mezcla!, en contra de un gobierno que aún no inicia.
Ni qué decir de la señora Belky Ramírez (Marbelle). Victimaria en redes, acusadora irreverente y procaz que ha hecho uso de su derecho a la libertad de opinión para maltratar, escupir, emponzoñar a aquellos que tienen una postura diferente a ella, ahora, se siente víctima. Se llama descaro y cinismo. Esa es la estrategia del perverso, hacer daño y luego pegar el chillido porque el otro se defiende. Había hecho una promesa, irse del país si ganaba la dupla de candidatos a la que ella odia con gran visceralidad. Nadie la echó, ella se comprometió solitita con ello, y ahora que ganó dicho candidato, se le recuerda la promesa y aúlla como loba herida, denunciando temor por su vida, y haciendo pataleta de eso de que, “me voy cuando se me dé la gana”.
Claro que se puede ir cuando a bien convenga, pero ha quedado en un ridículo de niña caprichosa que creo ni el más cómico personaje de Chespirito la podría superar. Lo que para Belky es una tragedia, para sus agredidos, hoy, según ella, agresores, es un chiste malo, que, a pesar de todo genera risas y burlas. Es más que merecido, sus palabras son contestadas con igual animosidad a como tuitea, porque esconderse tras una red para desprestigiar a las ciudadanías libres ha sido un error, tal vez el peor de su vida. A eso se expone una figura pública irresponsable con sus actos y palabras. En redes no existe la justicia, tan solo existe lo que se puede o no leer, y la justicia en la penumbra de la irracionalidad irascible de los ciudadanos-red no tiene ningún valor ni significado. Así es y siempre será.
Y así hay otros como la señora Belky (Marbelle), que, instigando a los rivales políticos ha debido aguantar todo un embate en su contra. La ley de talión aún se esconde en lo más íntimo de nuestro ser y cuando puede, sale a hacer justicia. No digo que sea correcto utilizar ley más que milenaria, pero está ahí y se utiliza, punto.
Viva Air, inclusive, aprovechó para hacer su mercadeo a costa de doña Belky, pues publicó el siguiente trino: “¿Será que Marbelle está pensando cuál de nuestros destinos internacionales visitar primero? Lima, Miami, Buenos Aires, São Paulo, Punta Cana, Ciudad de México, Orlando, Cusco, Cancún. Todos a súper bajo costo en vivaair.com” (Tomado de twitter @VivaAirCol).
El uribismo más radical, de todos modos, salió a defenderla, como es el caso de la señora Vicky Dávila en Semana. De todo este desliz mediático, la señora Belky salió por fin de su guarida y pensando que tal vez esto le hubiese enseñado un poco a guardar compostura por ser personaje público y expuesto a la ciudadanía en redes, la terminó de c… peor; juzguen ustedes: “Si a mí me da la pe… hijue… gana me quedo aquí. Porque mi cuerpo es mío para yo moverme, mis piernas son mías, mi cabeza es mía, todo es mío. Así que yo me voy cuando yo quiera” (tomado de Twitter: @Marbelle30).
Esto es apenas un ejemplo de la consecuencias psicológicas y psiquiátricas que, en el uribismo más extremo y virulento, dejó la victoria de la campaña progresista, sin embargo, y aunque el ambiente político se sigue moviendo con llamadas de gobernantes al nuevo electo, de análisis de la prensa objetivas o amañadas, de que este es candidato a un ministerio, que una reforma tributaria como esta es peor que la de Carrasquilla, que pongo el grito en el cielo por querer recomponer las relaciones con el gobierno de Caracas, que el dólar ¡Horror! El martes 21 estuvo a 4022 pesos; siento, que, por fin, después, de muchos meses, se puede más o menos respirar sin afugias.
Los ataques al nuevo gobierno no posesionado aun siguen de manera sutil, con el disfraz de análisis político y económico, pero, los votantes favorecedores del voto a su líder progresista, sentimos que las ciudadanías libres no se dejaron comprar ni cooptar por la rancia oligarquía corrupta, ni amedrentar por el desprestigio a que fue sometida la campaña por parte de los rivales de todas las otras campañas. 11 millones 300 mil nos emancipamos y decidimos a voluntad; los primivotantes se acercaron a cumplir con su sagrado deber, la fiesta se prendió como nunca se había visto en Colombia, ni siquiera cuando El Innombrable del Ubérrimo salió elegido en 2002. Algo nuevo se sentía en el ambiente democrático. Por fin, una propuesta diferente se cernía sobre el cielo de Colombia.
Aquí no vale secta ubérrima, ni seguidores del ñeruncio de Medellín, ni Egan ni Belky, ni Jorge Cárdenas, nada, absolutamente nada importa ya; habrá que dejar que ellos experimenten todos esos sentimientos asquerosos y prejuiciosos que los seres humanos generamos en nuestro interior cuando el odio se convierte en amo y señor de nuestra voluntad, habrá que permitir que realicen su propia catarsis, que lloren, rabien y pataleen hasta más no poder, para que así les llegue la tranquilidad y la calma que, espero, los acompañe durante el siguiente cuatrienio, aunque tengo mis dudas.
Los seguidores del Nuevo Líder de la República, trataremos de obviar e ignorar muchos improperios y nos dedicaremos a apoyar los cambios necesarios para transformar este país, y también, pueden esperar las críticas ante malas decisiones, e incluso, si fuera necesario, entrar a la oposición si sentimos que el gobierno ha perdido el rumbo de sus promesas iniciales, y más aún, las calles nos esperarán para protestar contra lo que se considere una traición al proyecto de nación, aunque creemos que no será necesario.
Esperamos los movimientos ministeriales, los proyectos, entrevistas ya específicas como las que se ha hecho a Ricardo Bonilla, Francia Márquez, Cecilia López, Alfonso Prada, Daniel Rojas entre otros para que vayan ilustrando a la nación de lo propuesto para el gobierno que inicia el 7 de agosto; también del equipo de empalme que liderarán Carolina Corcho, Daniel Rojas y Mauricio Lizcano, y el desarrollo y resultado de dichos encuentros.
No es solo votar, acompañar al gobierno es responsabilidad de los votantes; la crítica, responsabilidad de sus desafectos, y el buen gobierno un derecho inalienable para todos y todas sin excepción. Felicitaciones al Nuevo Gobierno y que por fin “¡Fiat Lux!”