La noticia del liderato de Gustavo Petro en las encuestas llega por primera vez a Wall Street como un baldado de agua fría: Bloomberg, uno de los portales financieros más importantes del mundo, titula A 'Hard-Leftist' Leads Colombia's Presidential Race, palabras que suenan como una alarma de incendio a los oídos de los inversionistas angloparlantes.
Colombia está viviendo un buen momento en los mercados internacionales
El país está viviendo al día de hoy uno de los mejores momentos en los mercados internacionales, un fenómeno que contrasta con el pesimismo que ha contagiado a los colombianos. No es cuestión de que lo que a ellos les conviene nos afecta a nosotros o viceversa, estamos hablando de lo mismo pero con percepciones opuestas: mientras ellos ven que la economía colombiana va para arriba nosotros decimos que va para abajo.
Un indicador muy efectivo de esa percepción de los extranjeros es el turismo: en el último año vinieron al país 6.5 millones de turistas de otros países, cifra que rompió todos los récords. Los inversionistas extranjeros tienen aún más confianza porque aunque no vienen personalmente pero nos envían su dinero para invertirlo en empresas colombianas.
Mientras el pesimismo es rampante entre los locales ante el manejo económico del gobierno Santos, los extranjeros (con más elementos de juicio por ser inversionistas profesionales) han sabido detectar que muchas veces ese pesimismo es injustificado lo que resulta para ellos en una gran oportunidad: algunas acciones y bonos están subvalorados dada la baja demanda nacional permitiendo que haya precios atractivos que ellos si están aprovechando.
Si bien los indicadores económicos no pasan por sus mejores épocas (lo cual en parte justifica el pesimismo de los nacionales) es increíble que después de una caída de 3 años en los precios del petróleo no estemos con una economía hecha pedazos como en 1999 ¿recuerdan la crisis del UPAC, el desempleo y el surgimiento del 4 X 1000? Esta resilencia ha sido percibida más rápidamente desde afuera que desde dentro del país.
Obviamente el escenario base para esos inversionistas extranjeros es que las cosas sigan desarrollándose por la misma vía después de las elecciones: en sus cuentas no está contemplado que surja ningún tipo de revolución que ponga boca arriba al país.
El artículo de Bloomberg y la respuesta de Petro
El artículo de Bloomberg es un llamado de alarma temprano de los analistas de los bancos Nomura y Scotia Bank ante el riesgo de que la economía colombiana se descarrile: observan que los inversionistas extranjeros están durmiendo sobre los laureles ante la posibilidad creciente que Petro sea presidente de Colombia.
Para Wall Street es claro que las propuestas revolucionarias de Petro de darle un giro de 180 grados a la política y economía colombiana son injustificadas y que son la clase de cosas que lo hacen merecedor del calificativo de “hard-leftist”: un término peyorativo cuya traducción directa no expresa la fuerza que tiene la palabra en inglés.
El problema es que esos inversionistas están subestimando el poder del populismo que despliega Petro y que puede llevarlo a las urnas: siguen suponiendo que en el peor de los casos Petro llegaría a segunda vuelta pero las encuestas empiezan a mostrar que ese escenario de hecho es el más probable lo que aumenta seriamente los riesgos políticos para su inversión.
Consultado por los periodistas de Bloomberg Petro afirmó que “los mercados no están creyendo las mentiras publicadas en redes sociales por la extrema derecha, hablando de políticas de expropiación o gerencia inapropiada de las finanzas públicas, las cuales Petro ha refutado continuamente”.
Esa corta respuesta dice más de Petro de lo que el mismo quisiera:
Lo primero es que desaparece la imagen de politico “soft-leftist” al estilo Pepe Mujica que Petro quisiera proyectar y aparece la del candidato real que usa un lenguaje desafiante para construir un mensaje propagandístico contra enemigos reales o inventados: todo muy al estilo de Hugo Chavez o de Kim Jong-Un, todo un hard-leftist.
Lo segundo es que siendo una respuesta ante un medio angloparlante implica que Petro supone que los inversionistas extranjeros (el mercado) saben leer español y se la pasan pendientes de lo que se dice de él en las redes sociales: típico de una persona que cree que el mundo es tan pequeño que gira a su alrededor.
Los lectores de Bloomberg conocen poco de Petro pero les basta conocer su trasfondo político y algo de sus propuestas para sospechar que no vienen nada bueno de ser electo presidente.
La costumbre de Petro de tergiversar las noticias publicadas en inglés
Ya es conocida la costumbre de Gustavo Petro de hacer una interpretación amañada sobre noticias publicadas en otros idiomas, así sucedió con un artículo publicado en 2014 del Huffinton Post que según Petro era un ranking de los mejores alcaldes del mundo y que terminó con aclaraciones y correcciones por parte del Post dadas las tergiversaciones del exalcalde.
Pues las notas de Bloomberg están sufriendo de lo mismo y una nota previa sobre la gestión se Sergio Fajardo se convirtió en el caballito de batalla de Petro y sus seguidores: según una interpretación bastante libre ellos dicen que Bloomberg alaba la gestión de Petro como alcalde.
Ver artículo: Math Whiz Who Doubled Debt Is Favorite to Win Colombian Election
El error del autor de esa nota fue comparar una cifra sobre la gestión de Fajardo con la de Petro para mostrar una debilidad del primero más no para sacar conclusiones del desempeño del segundo del cual se advierte textualmente: “El rival más cercano de Fajardo en las recientes encuestas es el exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, un izquierdista temido por los inversionistas extranjeros, del que se sospecha va a reproducir el desastre económico de Venezuela en Colombia.”
Esa advertencia es ignorada sistemáticamente por el ex alcalde que prefiere ver el vaso medio lleno tergiversando una noticia en la cual se ratifica la percepción negativa que produce en los inversionistas extranjeros.
Ver artículo: Wall Street's Least-Favorite Candidate Tops Colombia Polls
En un intento de Bloomberg de aclarar esa confusión en el último artículo se puntualiza que ni el recorte de deuda ni el mantener las calificaciones aplacan los temores de los inversionistas extranjeros.
Lo que viene
Petro puede seguir jugando a disfrazarse de Mujica, pero no va a engañar a los inversionistas internacionales que ya tuvieron el olfato de reconocer el buen momento que vive Colombia y también sabrán reconocer cuándo sacar su dinero de una zona de peligro.
Los mercados han sido lentos en responder a las noticias de la política colombiana, pero es de esperarse que entre más cercana esté la fecha de las elecciones y Petro siga punteando en las encuestas el desempeño de Colombia en los mercados internacionales empeorará notablemente, solo es cuestión de tiempo.