Me encuentro profundamente preocupado. Hay candidatos a la presidencia de Colombia que se ajustan a los más altos estándares de lo que debe ser la política. Pero hay otros irresponsables que quieren alejar a este país del camino que tradicionalmente ha seguido, y que tanta riqueza y bienestar nos ha traído. Tenga usted cuidado porque hay un candidato que va a concentrar todos sus esfuerzos en expropiar taxis y panaderías, o al menos eso fue lo que escuché en una cadena de WhatsApp.
Según el incendiario pelafustán cuyo nombre no merece ser mencionado, la tierra es para trabajarla. Imagínese usted: la tierra para producir y dizque para producir alimentos. ¿Alimentos? ¿Acaso no es suficiente con las más de 10 millones de toneladas que importamos al año? ¿No encuentran suficiente variedad en los más de 300 productos que nos envían desde EE.UU.? En últimas, ¿no les satisfacen los 14 millones de hectáreas destinados a la ganadería? Ya con eso hacen un gran esfuerzo nuestros señores, porque la tierra en el sector rural debería ser solo para sus cabalgatas y carreras de motos.
Dicen los facinerosos que en Colombia debemos prescindir de la autoridad natural que conceden los apellidos y los lazos de sangre y amistad. Imagínese usted, ¿a quiénes van a nombrar en los más altos cargos del Estado? ¿A cualquier hijo de vecino? Seamos realistas, es gente sin experiencia y sin contactos que no sabe cómo mover los engranajes del Estado, no tienen un cacique político en cada pueblo, no van a poder sacar ninguna obra adelante. Es evidente la diferencia con respecto a nuestro muy noble y distinguido Lord Germán Vargas Lleras, artífice de todas las grandes obras de infraestructura y vivienda que se han construido en el país en los últimos años, exceptuando las que resultan investigadas por irregularidades y las que son derribadas por el Espíritu Santo.
Mi Lord: el desprecio y la ingratitud que le han mostrado en algunas encuestas es un claro indicio de que la política no es para todo el mundo, es para gente como usted y de familias como la suya. Lo que me reconforta es saber que la gran mayoría de esa masa inculta ni siquiera va a salir a votar. Vamos a votar los de siempre, los leales a usted, los que lo apoyamos sin esperar nada a cambio, como los caciques políticos de Sucre o los líderes de la Misión Carismática Internacional.
Finalmente, mi voto es por Vargas Lleras por lástima. Imagínense: pobrecito, desde niño le dijeron que iba a ser presidente. No lo regañaban por pararse sobre una mesa en un evento público mientras hablaba su abuelo, el Lord presidente Carlos Lleras Restrepo. Sus escoltas se dejan dar coscorrones. Su fiscal general no lo investiga ni lo investigará. Todos, como sociedad, somos responsables de haber malcriado a Lord Vargas Lleras, y para él sería muy frustrante que por segunda vez le quiten lo que le corresponde desde que nació.