El famoso físico Albert Einstein en su discurso Mi visión del mundo defendía la idea de la convivencia pacífica entre los pueblos, así como de un progreso del Estado, el cual no debía ser usado en contra de su propio pueblo.
En estos momentos de incertidumbre que pasa nuestro país es muy difícil defender una idea sin causar controversia en los círculos sociales de los que cada persona hace parte. Que si se está a favor de la acción policial; que si se está en contra de esta; que si se apoya el paro o no... Son facciones distintas, es la libertad de pensamiento y expresión. Lo que no sabemos es que esas diferencias en este país lo único que hacen es dividirnos más, cuando realmente no debería ser así.
Soy un joven de 17 años. No soy alguien que aún haya tenido siquiera la oportunidad de votar, pero soy bastante consciente de lo que necesita este país, y de lo que quiero para él.
Creo en el poder del pueblo, pero no solo para salir a protestar, sino para elegir a sus propios mandatarios. Un pueblo que no se deje sobornar por un mercado, un tamal o por una suma monetaria para votar; más bien que sepa que le conviene para que la mayoría de la sociedad pueda progresar. Creo en un país donde la izquierda y la derecha no dividan al país, sino que aprendan sobre sus cosas buenas y malas, y que logren el país que todos necesitamos. Que los líderes políticos dejen de acusarse unos a otros de ser el mal que destruye al país, y que logren acuerdos para que todos podamos llevar esta nación al lugar que merece. Creo en una Colombia donde quepamos todos sin importar nuestras diferencias, y que eso que nos separa se vuelva puntos de vista diferentes que construyan, no que destruyan.
Mi visión de Colombia es la misma de Einstein: un lugar donde seamos libres y felices, y donde el Estado contribuya a que todos tengamos el mejor país posible para todos.