El presente y el futuro del cine se han visto muy comprometidos y afectados por la pandemia del COVID-19. Un número inmenso de salas cerradas, millones de empleos perdidos y esa sensación de no futuro del cine como lo conocemos, sobre todo del cine colombiano que ha visto este año uno de los peores panoramas en su historia. Ha habido quienes se han parado al frente del cañón a batallar para revertir este destino, o al menos mitigar el impacto negativo. Entre estos gestores ha estado la distribuidora de cine Alterna Vista y el lanzamiento de una de las películas más exitosas a pesar de las circunstancias: Mi pasión por David del director Iván Zuluaga y el productor Orlando Navas.
Con esperanza y resiliencia, Mi Pasión por David enfrenta la otra cara de la moneda. Con el renacimiento de los autocines en Colombia y la reapertura de algunas de las salas tradicionales en varias partes del país, la película nos ha demostrado que el público aún ama la sensación de ir al cine y que todavía está ávido de presenciar historias muy nuestras con el tiempo de duración de la película en carteleras ( un mes) en todo el país, cosa que rara vez sucede con el cine nacional. Y el estreno continúa: ya hay aseguradas presentaciones en departamentos como Chocó o la continuación de funciones en municipios como Rionegro. Barranquilla también recibirá esta película que recientemente fue merecedora del premio como mejor película nacional en la 37 versión del Festival de cine de Bogotá.
Sobre la historia de Mi pasión por David
En Colombia, un país en guerra, Tite se enamora de David, un cura guerrillero, practicante de la doctrina de Cristo. Ella queda en embarazo y él muere en combate.
Tite se aferra al recuerdo de David para levantar a su familia inmersa en la degradación de esa guerra, el problema de la droga, la violencia intrafamiliar, la doble moral y el poder aplastante de la iglesia. Veinte años después, ella descubre que su vida es mentira, pero el destino aún le ofrece una salida y arrasa con todo lo conocido para abrir el camino hacia otra oportunidad.
No se la pierda.