Muchos la consultan, así que cuando llegamos nos recibió naturalmente en su casa, mostrándonos lo que está tejiendo y convidándonos a su maloca en la parte trasera.
No responde preguntas, hila sus memorias en su tiempo particular. Da gusto oírla.
Angélica explica cómo los maestros deben cuidar a quienes vienen a tomar yagé con ellos