A mi juicio uno de los procesos más bonitos en la vida es aprender y desaprender. Los considero variables importantes para tratar entender la realidad y en consecuencia tomar decisiones para actuar.
En efecto, cuando se aprende y desaprende se reduce un poquito la gran ignorancia que se posee, pero al mismo tiempo se siente como esas barreras que se desconocían o que se creían que eran así se desvanecen con la nueva argumentación, con el nuevo entendimiento.
En virtud que el aprender y el desaprender amplia las categorías, los conceptos y los instrumentos matemáticos para explicar los fenómenos de la realidad.
La primera vez que me di cuenta de esto fue en décimo grado cuando estaba en el colegio. Antes había sido un estudiante mediocre que no veía nada interesante en levantarme temprano todos los días e ir al colegio para escuchar fragmentos del conocimiento bajo subjetividades de cada uno de los profesores. No obstante, en Décimo tuve clase con “Chocolatín” (lástima que no me acuerde su nombre).
El profesor de Trigonometría que me enseñó como las identidades matemáticas sirven para comprender el espacio e interactuar en él. O mi profesora de Español, “Aracataca” (me decía así porque ella me puso ese apodo porque nací en Aracataca) y me hizo leer todos los libros de Gabriel García Márquez a la fecha porque decía que yo al haber nacido allá lo entendería mucho mejor.
Otra persona que me enseñó a aprender y desaprender en esa etapa fue el profesor de Física, Edmundo Pinzón, (de ese si me acuerdo el nombre) que me mostró como la física sirve y no solo para hacer ejercicios sin contexto sino como con ella puedo dinamizar mi realidad.
En los estudios de la universidad de igual manera he aprendido y desaprendido. Me di cuenta cómo un pregrado es un colegio de una disciplina y al terminarlo y le dan a uno el título significa que uno sabe algo sobre esa disciplina, mas no sabe de toda la disciplina. En mi caso decir que soy economista porque lo dice un papel es reflejar ignorancia. Así mismo el doctorado.
Anqué realizar un doctorado y graduase es toda una odisea desde el punto de vista cognitivo, social y económico el mismo le muestra a uno lo ignorante que es y la necesidad continua de aprender y desaprender.
Aunque la tesis doctoral es un esfuerzo grande es un aporte insignificante frente al macro conocimiento y es imperativo aprender y desaprender más para poder decir que uno sabe algo y actuar desde ahí.
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