El fin del gobierno de Enrique Peña Nieto está próximo. Después de 12 años de que el PAN estuviera en el poder el PRI lo retomó en 2012 y está pronto a perderlo de nuevo en las elecciones del 1 de julio de 2018. José Antonio Meade, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya son los principales candidatos a ocupar Los Pinos (casa presidencial de México) para el periodo 2018-2024.
Varios son los temas que están exponiendo los medios de comunicación en la coyuntura actual mexicana. El narcotráfico, la corrupción interna, la política exterior, en especial con Estados Unidos y el gobierno de Donald Trump quien desde 2015, cuando lanzo su campaña a la presidencia, ha insultado a México y ha pedido la construcción de un muro en la frontera y que México sería quien lo debía pagar. Estos aspectos han marcado la agenda política mexicana en donde se pretende que el próximo presidente le haga frente a la constante violencia en la que se encuentra sumido el país, más que todo en los Estados del norte donde los carteles de la droga se han apoderado de los diferentes territorios, con el fin de aumentar los ingresos que obtienen de la venta ilegal de cocaína en Estados Unidos.
Al ser México cercano a Estados Unidos se convierte en un país de paso para el narcotráfico, puesto que los diferentes controles por parte del comando sur de los Estados Unidos en el caribe y la inversión en el Plan Colombia hicieron que los antiguos carteles colombianos desaparecieran, dejando pequeñas células que aún siguen trabajando en el cultivo y producción de cocaína, los cuales son comprados por los carteles mexicanos (Sinaloa, caballeros templarios, cartel del golfo, los zetas, entre otros) y transportados hacia Estados Unidos.
Por otro lado el nuevo gobierno norteamericano encabezado por Donald Trump se ha convertido en un dolor de cabeza para el gobierno mexicano no solo la construcción del muro en la frontera, también por las intenciones del presidente de acabar con el tratado de libre comercio TLCAN lo que afectaría a la economía mexicana que depende en gran parte del mercado americano. Además de la deportación de miles de indocumentados que fueron protegidos por el programa DACA y que hoy se encuentran a la intemperie después de las reformas que el presidente Trump ha pedido que se le hagan a la política migratoria, que fue una de sus banderas durante la campaña presidencial.
Otro de los problemas es la corrupción en las instituciones mexicanas, que han sido permeadas por el narcotráfico lo que es causa también de la creciente violencia que vive el país y del poco control que tiene el gobierno central del territorio nacional. México al ser un estado federal que a pesar de estar ligado a un gobierno central, tiene estados independientes que toman decisiones y cuentan con sus propios agentes de seguridad, lo cual impide que la política de defensa nacional sea efectiva a la hora de combatir una problemática social. También, los 70 años que duro el PRI (Partido Revolucionario Institucional) en el poder generaron una desestabilización en México después de que Vicente Fox y el PAN (Partido de Acción Nacional) asumieran la presidencia en el año 2000. Este cambio poder generó una transformación de la realidad política en la provincia mexicana, puesto que las alianzas entre el PRI y los carteles de la droga se rompió, ocasionando enfrentamientos entre los mismos carteles y por ende un incremento en la violencia por el control de nuevos territorios que entraban en disputa.
El cambio de poder en México a comienzos del siglo XXI fue positivo porque permitió la alternancia en el poder que se dio desde los cambios institucionales en el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) en donde el PRI ya no contaba con un fuerza política trascendental para mantener el poder, por lo que el PAN logró establecer dos gobiernos consecutivos (Vicente Fox y Felipe Calderón) y que a la vez han sido los más violentos en la historia política mexicana.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, candidato por el PRI en 2012 y quien venció a Andrés Manuel López Obrador por una mínima diferencia, siempre ha sido tildado de ser un títere de los grandes políticos del PRI como Carlos Salinas de Gortari, quien fuera presidente entre 1988-1994. Peña Nieto disputó la presidencia en un ambiente hostil de inseguridad y crisis política institucional en donde además la confianza en los políticos mexicanos por parte de la población era muy baja. A lo largo de su gobierno ha tenido que enfrentar diferentes polémicas desde los gastos excesivos en sus viajes internacionales, la compra de una mansión conocida como la Casa Blanca por parte de su esposa Angélica Rivera; la desaparición de los 43 estudiante de la Escuela Rural Normal de Ayotzinapa; el aumento de la violencia en diferentes zonas del país. También, en la parte económica el aumento de la inflación y el precio de la gasolina lo que ocasionó protestas en gran parte de las ciudades mexicanas.
A pesar de que son muchos más los casos polémicos de la presidencia de Peña Nieto, los nombrados anteriormente trascienden en la opinión pública donde es considerado como un presidente ilegitimo. Sin lugar a dudas el 2018 va a estar marcado por una fuerte contienda en electoral en América Latina, pero México se convierte en una de las expectativas de la región ya que el nuevo presidente deberá liderar los próximos tres años con Donald Trump en Estados Unidos, lo que se ha convertido en uno de los aspectos más relevante en la campaña presidencial en México.
A partir de lo anterior es importante analizar a los tres candidatos que se disputaran la presidencia. En primer lugar José Antonio Meade, quien fuera secretario de economía, desarrollo social y relaciones exteriores en el gobierno de Peña Nieto, fue el elegido por el PRI como su candidato a la presidencia. Andres Manuel López Obrador ex alcalde de Ciudad de México, ex miembro del PRD (Partido de la Revolución Democrático) y ahora líder de MORENA (Movimiento Regeneración Nacional) quien busca por tercera vez la presidencia del país. Y Ricardo Anaya quien fuera diputado y presidente de la cámara de diputados de México busca llegar a la presidencia como líder del PAN en alianza con el PRD.
Un politólogo, un abogado y un economista son los tres personajes que más opciones tienen de ser elegidos presidente en México, un país que ha tenido ocho abogados, dos economistas, dos militares, un empresario y un contador público como presidentes. En total 14 personas que desde 1930 han gobernado el país en diferentes situaciones coyunturales. Lo anterior demuestra que gran parte de estos personajes que lideran nuestros países tienen carreras afines al derecho o la economía ligadas hacia el sector empresarial, situación que en el 2018 no va a cambiar a pesar del protagonismo que López Obrador, como politólogo, estad adquiriendo en los últimos meses.
Las propuestas políticas se han centrado en los problemas anteriormente descritos teniendo como punto de partido la situación actual de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, sin dejar de lado América Latina donde México cuenta con aliados importantes como Colombia, Perú y Chile, países que componen la Alianza del Pacifico.
En términos generales Ricardo Anaya (Cambiemos la historia), López Obrador (Juntos haremos historia) y José A. Meade (Hagamos de México una potencia) cuentan con un poco menos de cinco meses para lograr obtener el voto de los indecisos, que al final son los que marcan la diferencia en las elecciones presidenciales. México se encuentra en un momento trascendental de su historia política, puede ser que por primera vez la izquierda ocupe el poder o que el conservatismo y su movimiento naranja recuperen la senda de la confianza en las instituciones, o también la centro derecha continúe ocupando Los Pinos. Eso se decidirá el próximo 1 de julio y los mexicanos son los responsables de por quién votar para que lleve a su país por un camino adecuado con una economía boyante, una situación de seguridad tranquila y unas instituciones públicas fortalecidas.
En mi opinión ni Anaya, López Obrador y Meade son los candidatos adecuados para México en estos momentos, pero de los tres considero que el mejor preparado es José Antonio Meade y es él quien debería ser el próximo presidente de los Estados Unidos mexicanos.
