Sí, claro la metáfora existe en el mundo Wittgenstein. Es uno de los enredijos del sentido y un juego del lenguaje que propicia la claridad del mundo. Por ejemplo, puede leerse lo de Cohen tal y como lo dijo, es decir, para morigerar su condenación por parte del Congreso, pero eso sería cerrar las interpretaciones nos advertiría quizás Umberto Eco; el lenguaje obligaría a seguir, en su real naturaleza de mecánica cuántica, tal y como el resto de la materia, buscando más precisión y claridad por el resto del mundo; y a mí me gusta lo que podríamos obtener en Colombia.
¿Qué tal si en nuestro medio se abrieran esas audiencias para escuchar por ejemplo al señor P’Arias que por tanto tiempo ha estado penando luego de su furtiva huida del país a propósito de las sentencias del proceso sobre Agro Ingreso Seguro (AIS)?
Si ese proceso no se considerara como cosa juzgada, o se usara otra figura, por alguna emergente información nueva es posible que el Congreso pueda condescender a que este tipo nos diga la verdad y nada más que la verdad. Algo así como una JEP exclusiva para este caso, a ver si en el afán de ayudarle, en la Residencia la aprueban más rápido.
Por ejemplo, ¿sabía el residente de entonces algo sobre los arrumacos alrededor del programa AIS? El asunto es que si ahora ha bajado al infierno de decidir quién es alcalde y gobernador, emulando al Gordo García, bien pudo haber estado descendiendo con mucha más anticipación a esos avernos en donde se ventilan cosas menudas y algunas sacrosantas, y todo es oscuridad venteada.
Sabido es que AIS pudo haber tenido desde el principio una finalidad de financiar la continuidad política del régimen justa y necesaria puesto que ya, si no estoy mal, Humberto Sierra Porto nos había regalado su cuota histórica hacia la inmortalidad de cerrar la puerta a una tercera y hasta cuarta reelección. Si no se hubiera destapado aquella olla, ¿quién quita que hoy el residente de la Casa de Nariño fuera este ilustre señor de marras, si es que no ganaba de lapo, luego de su desastroso ministerio?
Pero aquí el personaje sería la claridad que impusiera a su lenguaje, es decir, ¿qué tan lejos podría ir en su verdad? También es que las preguntas bien hechas por un Congreso en pleno, ávido de verdad, ojalá ampliado con la asistencia de periodistas habilitados con derecho a hacer dos preguntas, podrían ayudarle mucho a su reacia memoria. ¿Tendría los cojones para decir lo que dijo Cohen: Trump es un mentiroso consumado, un racista, y un embaucador de feria, que sabía con anticipación todo lo que se fraguaba con Rusia? Guardadas las proporciones, tal cosa podría ser más benéfica para el país que tener a este tipo encerrado o pagando escondedero a peso, huyendo de la justicia, que si dice la verdad quizás pueda alcanzarla. Así podría liberarse de otros pesos en su conciencia.
Léase sino lo que dice NYT sobre lo logrado en la audiencia Cohen:
“El testimonio del Sr. Cohen selló la ruptura de una relación de 10 años con el Sr. Trump, una que los asociados describieron como una mezcla de abogado y cliente, padre e hijo, y la lealtad ciega del secuaz al jefe del crimen”.
Podrá leer esto P’Arias sin que se le ponga la piel de gallina, soñándose diciendo la verdad. ¡Ah pesadillas que tendrían otros que deberían estar sufriéndolas! ¿Goticas homeopáticas? Sí, quizás por chorros serían suficientes.
Y dónde me dejan que el inefable Luis Carlos Restrepo asuma también su pena de auto extradición y se conduela del país y nos ayude a aclarar otras tantas cosas sobre el asunto Ralito, de aquella malhadada refundación del país a partir de la instauración de la AUC y de implementar y validar todas las formas de lucha. ¿Alguien se imagina a un Antonio de la Torre y Miranda redivivo, un teniente de apenas 17 años, andando a mil a caballo, refundado poblaciones a kilómetro cuadrado por segundo pues ya casi los holandeses e ingleses retomaban su intención filibustera y pirata y la corona española debía reforzar sus fronteras allende los mares? Hay mucha gente, incluso aspirantes a alcaldías y gobernaciones que todavía andan en ese cuento filibustero, subversivo a mansalva, a pesar de haberse aprobado los acuerdos de paz. Wittgenstein nos ayuda a aclarar que lo subversivo contra el estado no opera siempre desde la ilegalidad, también por dentro se subvierte. Es el lenguaje el que se estira hasta cubrir la verdad.
Oigamos el aullido de ultratumba de Wittgenstein:
“Porque la totalidad de los hechos determina lo que es el caso y también todo cuanto no es el caso”. Y ya antes había arrancado su filosofía con: “El mundo es todo lo que es el caso”.
Para expresar la potencia del lenguaje piénsese que David Bohm, el Premio Nobel de Física, casi que habría dicho lo mismo aunque de otra forma cuando expone de las realidades explícitas e implícitas que abollan, las últimas, sorpresivamente en el universo.
En este caso, el asunto jurídico legal estaría quizás menos complicado pues Restrepo podría acudir a decir su verdad tras la aprobación de la JEP. Y cantar por el pico. ¡Cuánto no se le perdonaría!
Y qué tal aquella señora que estuvo en el DAS y que luego huyó hasta Panamá donde gobernaba a la sazón un personaje de ingrata recordación que luego fue procesado. Y, quién olvida, aquel buen muchacho samario NogUera que también estuvo en el DAS. ¡Tan jóvenes y desperdiciados! ¡Triturados por el poder, agujereados por la ignominia! ¡Oh, cuánto dolor en sus corazones! ¡Cuán corrosivo debe ser estar guardando secretos de otros! ¡Es como estar acostado en una cama hasta salgan escaras! ¡Las escaras son lancinantes poro a poro!
Por favor, lean todos ellos lo que dice NYT sobre lo logrado en la audiencia Cohen:
“El testimonio del Sr. Cohen selló la ruptura de una relación de 10 años con el Sr. Trump, una que los asociados describieron como una mezcla de abogado y cliente, padre e hijo, y la lealtad ciega del secuaz al jefe del crimen”
Claro, el Congreso tendría que ponerse las pilas. Dejar de ser adocenado y rodillón detrás de frascos de mermelada albaricoquera en las regiones. Tendría que obedecer al siguiente reclamo que hizo Cohen:
“Le he pedido a este comité que garantice que mi familia esté protegida contra amenazas presidenciales y que el comité sea sensible a las preguntas relacionadas con las investigaciones en curso”.
¿Hay otra metáfora aquí? ¡Tal cual!
Nota: Me he dado una licencia de invención: la palabra P’Arias acoge a quien o quienes hayan sido aislados del trato social comunitario por alguna razón legítima o ilegítima. Se ofrece una traducción Google de la audiencia Cohen.