Desde que salió de su natal Rosario, Lionel Messi encontró en Barcelona su segunda casa. No sólo fue crecer en la Masía sino volverse una estrella del fútbol mundial vistiendo una sola camiseta. Y quería terminar así su carrera pero no pudo. El 8-2 contra el Bayern Munich en Lisboa trastocó todo y quieren refundar el club. La llegada de Ronald Koeman y su escoba fue un golpe durísimo contra Messi y sus amigos. Sacó a Luis Suárez, a Arturo Vidal. El argumento del holandés era poderoso: la edad de los jugadores superaba los 30 años. Además, desde hace rato, los problemas con la presidencia del club hacían insostenible la presencia de Messi.
Antes de empezar a jugar en ese club, el Barcelona sólo tenía una Champions League. Messi y sus goles le dieron cuatro copas a ese club y lo volvió uno de los más grandes del mundo. Los aficionados soñaban con verlo retirarse vestido de blaugrana pero Messi se cansó del maltrato de Bartomeu y ya anunció que quiere irse de ahí.
En un comunicado dirigido a la presidencia del Club Messi expresó que quiere irse y está dispuesto a irse si algún equipo paga 700 millones de euros para llevárselo. El argentino ya habló con Koeman y le dijo que no contara con él en la próxima temporada. Los días de Messi y el Barcelona, uno de los matrimonios más duraderos del fútbol mundial, ha terminado. En la ciudad condal hay sólo dolor. El Inter parece ser el equipo que irá con todo por el argentino quien, a sus 33 años, y con el profesionalismo que tiene, por lo menos, tendrá tres años más en un gran nivel.