Qué hacer en este país “llevado” por la corrupción. ¿Que cambiando la clase política? Entonces digan a quién se pone; ¿Qué encarcelando culpables?... ¿y el resto?, ¿los que todo el mundo sabe, pero ni hay pruebas ni nadie hace nada? Aida Merlano creció políticamente entre corruptos, es lo que sabe hacer y tenía: toda una empresa criminal. Simplemente, sobornó y se fue… fácil en Colombia.
Ayer, en medio de todo el aboroto, vi publicada una encuesta en Twitter que preguntaba: “tras la fuga de Aida Merlano, a usted:
- Le sorprendió
- Le dio risa
- Le dio rabia
- Otro, ¿cuál?
¿Y saben qué?, pareciera una cosa tonta pero me quedé pensando porque sentí todo eso y más. No me sorprende que un preso se quiera volar, y menos cuando quien lo hizo representa un verdadero peligro para los poderosos políticos de la Costa Atlántica si decidiera hablar. Recordemos que, según las publicaciones al momento de la condena a Merlano a 15 años de cárcel por corrupción, en septiembre pasado, la Corte ordenó investigar a 17 figuras importantes del caribe, entre ellos al senador Arturo Char, al representante a la Cámara Laureano Augusto Acuña Díaz, a la diputada Margarita Ballén, y al empresario Julio Gerlein; ¡casi nada! Figuras de la “tradicional política” costeña, colombiana.
Sin embargo, la corrupción atraviesa nuestro mapa. De hecho en junio pasado, antes de la condena a Aida Merlano, la Fiscalía compulsó copias contra 31 integrantes o exintegrantes del Congreso vinculados a procesos por corrupción, según lo publicado en los medios de comunicación. Las evidencias ya están en manos de la Corte Suprema de Justicia que es la encargada de investigar y juzgar a los senadores y representantes a la cámara. Miren la lista de por qué están siendo investigados, y a todo agréguenle por favor la palabreja “presunto”:
- Por su participación en hechos de corrupción relacionados con manejos de la plata de los cupos indicativos para inversión regional.
- Por Odebrecht.
- Por corrupción en el manejo de la salud.
- Por nexos con la guerrilla del ELN.
- Por corrupción de la justicia.
- Por el millonario descalabro en la firma Élite
¡Qué tal la belleza!
Recordemos los items de los que consta la condena de la Merlano:
- Por porte ilegal de armas (dirigía una empresa criminal que tenía armas en su sede política): 124 meses de prisión.
- Concierto para delinquir: 32 meses.
- Por corrupción al sufragante: 24 meses.
- Total: 15 años y que tampoco podrá ejercer cargos públicos en ese tiempo. ¡Faltaba más!
¿Y qué van a hacer con los votantes corruptos que aparecen en la documentación que condenó a la excongresista? Hay actas de entrega con 871 registros por 2.411 millones de pesos. También 524 actas que registran la entrega de 1.981 millones de pesos a líderes de la región y recibos de caja por más de 400 millones de pesos. Mejor dicho, hay que construir una cárcel solo para ellos
Para cerrar, el anuncio de a huída de la excongresista por parte del Inpec a través de un trino en Twitter parece un chiste: “El @INPEC_Colombia se permite informar la fuga de la PPL Aida Merlano durante una cita médica odontológica en un centro médico del norte de la ciudad. Avanza la investigación”. Aquí sí es que de verdad uno no sabe si reirse, o llorar, o morirse de la rabia.
Y qué tal la irrisoria recompensa para quienes den pistas certeras sobre el paradero de la fugitiva y todos los colaboradores de su entramado criminal: diez millones de pesos. Otro chiste. Los sobornados deben estar muertos de la risa con semejante oferta: una chichigua al lado de lo que les debieron haber pagado todos a los que iba a denunciar y que están detrás de este esta acción: todo un clip "hollywoodense".
Colombia se acostumbró a la corrupción, o porque se siente impotente, o porque no sabe cómo combatirla, ¡o porque vive de ella directa o indirectamente! Detrás de la fuga de Aida Merlano están esos poderosos del caribe que quieren evitar su misma suerte, y es la materialización de la burla de los corruptos a los colombianos… ¡Y no va a pasar nada!