Muchos hablan sin conocer la realidad de las cosas, y pretenden sacar conclusiones de lo que creen que es correcto o incorrecto, sin haber vivido lo que realmente significa ello.
Este escrito lo realizo como parte de la experiencia que conlleva hacer parte de una de las instituciones públicas más desprestigiada a la fecha, no desconozcamos en ningún momento que el gobierno nacional en cabeza de nuestro presidente electo, baja cada día su nivel de aceptación, convirtiéndose en “la peor” decisión que ha elegido nuestro país.
Ahora bien, volviendo a lo inicialmente mencionado, para conocer de algo, se debe vivirlo, es decir, si, hago parte de la institución a la que me referiré en este escrito.
Con mucha alegría, por concurso de mérito, aspire a ocupar un cargo en la rama judicial, examen que efectivamente y para mi sorpresa (recién egresado de la universidad), logre “pasar”, es decir, obtuve el puntaje exigido para calificar a la siguiente etapa del mismo, y así laborar donde actualmente me encuentro ejerciendo mi profesión de abogado.
Una vez posesionado en el cargo obtenido por concurso de méritos, decidí emprender mi camino hacia el mejoramiento académico, con miras a alcanzar nuevos cargos dentro de “tan prestigiosa” institución pública, es así como, realice mis dos especializaciones, y varios diplomados; porque es relevante contar esto se preguntaran, lo es, por el lugar donde resido y ejerzo mi carrera (la ciudad más cercana se encuentra a dos horas) es decir, que para estudiar me debo transportar siempre por carretera, pagar hotel, comidas y demás durante las clases correspondientes, motivo por el cual, las ganas deben ser muchas para lograr el titulo adicional pretendido.
Con el paso del tiempo, y al adquirir y adquirir experiencia, las personas sentimos que merecemos más, y entre más estudios tengas sientes que mereces seguir y seguir, pero, es aquí cuando viene el conocer de fondo lo vivido dentro de la rama judicial: eso no sucede, ¿por qué? llámenlo como quieran, corrupción, amistades, preferencias, “favores políticos”, lo que sea, lo realmente relevante es que para esta institución no es importante los logros que tengas, lo que importa es que beneficio pueden sacar quienes tienen la fuerza de mando suficiente para nombrar a sus allegados.
Esta es una realidad que se vive en nuestro país, si, es algo que se da en todas las instituciones y empresas privadas, si, pero como lo dije anteriormente, solo desde la experiencia es que podemos dar nuestra propia opinión.
Es así entonces, cuando llega la etapa en la cual simplemente te cortan las alas, te dices a ti mismo una vez y dos y tres, que no debes rendirte, que llegaran las oportunidades, pero con el paso del tiempo solo ves, como encima de ti, en diferentes despachos judiciales, le dan oportunidades a personas sin experiencia, recién egresados, hijos, sobrinos, amigos de magistrados, políticos, ministros, no importa que, ni en que institución ocupe su cargo, si tiene “poder” logra obtener el puesto que quiera, cobrando o pagando favores, lo que realmente interesa es que “su allegado”, trabaje, sin importar esto, que aquellos que no tenemos lazos de sangre con nadie de alto mando, nos quedemos sin encontrar lo que merecemos.
En algunas oportunidades, he sido nombrado juez en el despacho donde me encuentro laborando, ustedes pensaran, de que se queja si ha logrado bastante, pues si, en experiencia, pero no en remuneración, lo explico de la siguiente manera:
La ley 270 de 1996, ley estatutaria de justicia, señala que, los empleados que ocupemos cargos por incapacidades o vacaciones de nuestro superior inmediato, lo haremos en “ENCARGO”, que quiere decir esto, que no tengo derecho a recibir la remuneración de dicho puesto, es decir, que he sido juez, devengando el mismo puesto que tengo como empleado (tengan en cuenta que usted acepta el cargo sin remuneración, pero si con todo lo que implica aceptarlo, denuncias, quejas, cumplimiento de obligaciones etc.)
Pero, eso no es todo, estos nombramientos en encargo solo suceden cuando no existe “disponibilidad presupuestal”, porque simplemente, cuando sí existe, a pesar de que sigas en tu puesto, nombran a alguien externo con menos experiencia que tú.
Juzguen ustedes las injusticias legales que se cometen, y si se preguntan si realice algo en contra de ello, les puedo decir que si, sin obtener respuesta favorable al respecto, al final, su mismo cargo de empleado, lo devuelve a la realidad, que su alzamiento de voz, no es tan fuerte, y es poco escuchada. Así que, si conocen a alguien que, como yo, le ha tocado enseñarle, a quien reemplaza por un tiempo a su jefe inmediato (vacaciones o incapacidades), déjeme decirle amigo, lo entiendo, y si es frustrante.
Por esto, y muchas cosas más, porque no es solamente esta parte lo que está mal dentro de la rama judicial, así como muchas otras están muy bien, en esos “altos mandos” es que se encuentra la degradación de los cargos medios que posee dicha institución.
Mientras estamos en la universidad nos preparan para ejercer nuestra carrera, señalándonos la importancia que tiene el estudiar y seguir haciéndolo para alcanzar con mayor fervor la cúspide de lo que estudiaste, pero nunca preparan para explicarnos que los puestos, los trabajos (que están escasos) son hechos a la medida para aquellos familiares, amigos, allegados de las personas que ocupan los “altos mandos” en nuestro país, porque son ellos en ultimas, quienes logran que aquellas personas solo por lazos, ocupen lo que con sacrificio, tu puedes llegar a merecer.
Eso si querido lector, nunca se rinda, las injusticias caen por su propio peso, y al final, vivir esperando una oportunidad, es el sueño de todo aquel que nos ha tocado levantarnos en la vida, sin el empujón que significa tener la ayuda requerida para alcanzar lo que tanto queremos, por ende, cuando llegue dicha oportunidad, debe ser aprovechada con todas las ganas posibles, y así sea solo por experiencia, entregue todo para lo que una vez y otra se ha preparado.